MONTAUK, NUEVA YORK
15 de marzo de 2013
El camión de la mudanza está lleno hasta el techo, y los propietarios están reuniendo sus últimas pertenencias. Leigh y Sam están fuera, diciendo adiós a sus amigos. Sus abuelos están en el interior, hablando con el agente inmobiliario.
Jennifer aparca en la entrada. Se pone una bufanda alrededor del cuello antes de dirigirse a la casa.
—Ey, chicos, ¿dónde está vuestro padre?
—¿Dónde va a estar? —dice Leigh—. Despidiéndose.
* * *
Un áspero viento de marzo recorre el Atlántico, agitando su superficie en infinitas olas coronadas de espuma. Ace se ajusta el cuello de la chaqueta, mirando el océano… preparado para seguir adelante.
Su familia y él han pasado la mayor parte de noviembre en Washington. Ace tenía que testificar para el Senado por el ataque del Día de la Hispanidad. Como se esperaba, la investigación pública había implicado a Irán y a la Casa de Saud en la destrucción de Los Ángeles… previniendo la anarquía en Estados Unidos y las hostilidades en el mundo árabe.
Siete miembros de Apoyo Estratégico fueron finalmente señalados por «fracasar en la protección de los ciudadanos de Estados Unidos». El director de Seguridad Nacional, Howard S. Lowe, y el secretario de Defensa, Joseph Kendle, dimitieron por «razones familiares». Los detalles de cómo llegaron realmente las dos bombas a los Estados Unidos nunca fueron publicados, y tampoco el proceso de reclutamiento de Jamal al-Yusaf y Omar Kamel Radi.
Los miembros del Congreso estuvieron de acuerdo en mantener esos secretos para «preservar el estado de unión», a cambio de algunos cambios en el proceso de las elecciones. Se prohibieron las contribuciones de campaña. A partir de ahora, todo el dinero será reunido en un fondo común federal, que se dividirá en partes iguales entre los partidos y sus candidatos, basándose en cantidades predeterminadas asignadas al puesto concreto por el que estén haciendo campaña. No se permite ninguna otra financiación, el 527 fue proscrito… junto con el resto de pertenecientes a algún lobby. Se estableció un impuesto para la guerra, impidiendo que las compañías privadas recogieran beneficios. Había más cambios en el horizonte, pendientes de la venidera elección presidencial.
A últimos de diciembre, después de una «donación» anónima, un hombre llamado Armond Proctor, «Dale», fue arrestado en las Islas Caimán por los agentes de la CIA. Proctor, más tarde, entregó pruebas que inculpaban a dos fabricantes de máquinas de voto que lo habían contratado para alterar el conteo en los condados clave de Florida y Ohio durante las elecciones presidenciales de 2000 y 2004. El testimonio de Proctor condujo a una nueva ley que obligaba a que todas las máquinas de voto con pantalla táctil estuvieran equipadas con urnas para papeletas.
El 22 de febrero (el día del aniversario del nacimiento de George Washington), el senador Edward R. Mulligan fue elegido presidente número cuarenta y cinco de los Estados
Unidos. Su primera acción fue aprobar un nuevo impuesto energético diseñado para reducir la dependencia americana de los combustibles fósiles. Su segunda acción fue incrementar la velocidad a la que las tropas se estaban retirando de Irak.
Las tropas de paz de las Naciones Unidas tomaron el relevo en las bases militares estadounidenses en Arabia Saudí… para preparar las primeras elecciones democráticas del antiguo reino. El gobierno provisional (encabezado por Ramzi Karim) fue financiado con seiscientos mil millones de dólares a fondo perdido que habían sido retenidos de cuentas bancarias privadas de todo el mundo.
Tras aceptar un pequeño «acuerdo», los miembros de la familia real abandonaron sus palacios y se trasladaron a Europa.
Ahora que los mullahs radicales se habían visto obligados a dejar el poder, los estudiantes iraníes, una vez más, comenzaron a organizar manifestaciones políticas contra los partidos políticos gobernantes. Poco después, el presidente de Irán murió de lo que se informó que había sido un derrame cerebral.
* * *
—¡Ace!
Jennifer se une a él, con los lóbulos de las orejas enrojecidos por el frío.
—Hace muchísimo frío, abrígame —Jen engancha su brazo al de Ace y mete la mano, de nuevo, en el bolsillo de su chaqueta, utilizando el cuerpo del hombre para bloquear el viento—. ¿Te has enterado de lo último? Han decidido convertir Los Ángeles en un parque de secuoyas. Dicen que reducirá significativamente los niveles de radiación.
Ace no dice nada, sus ojos siguen fijos en el horizonte.
—Entonces, Florida, ¿eh? Supongo que estaremos cerca. ¿Por qué has…?
—La central de energía eólica sureste me ha ofrecido un trabajo. Supongo que el cambio nos vendrá bien a todos.
—¿Y qué pasa conmigo? ¿Soy parte de ese cambio?
Ace no contesta.
—Ace… aquella noche, en la playa… Me refiero a lo que dije… sobre lo que sentía por ti. ¿Crees que cuando estés en Florida…?
—Siempre serás parte de nuestra familia, Jen.
—¿Y nada más?
—¿Tú que crees? —Ace se gira para mirarla—. Kelli y tú… ambas me engañasteis.
—Fue idea de tu mujer, no mía.
—Pero tú participaste. Me mentiste.
—Sí. Sí, tienes razón, y lo siento. Siento todo lo que has tenido que pasar. Créeme, si hubiéramos sabido…
—Para.
Continúan mirando el océano en silencio. El disco solar atraviesa una nube gris y se refleja, intermitentemente, sobre la superficie del agua.
—Ace… lo siento mucho, de verdad.
Él traga saliva con dificultad.
—En la universidad, la primera vez que vi a Kelli, la primera vez que me encontré con ella… fue amor a primera vista. Supongo que el primer amor es especial, en ese sentido. Cuando nos encontramos años después, quizá yo estaba buscando algo que había perdido. Quizá ambos lo estábamos. —Aparta un mechón de cabello oscuro de los ojos de Jennifer—. Ya no estoy buscando eso, Jen. Esa persona se ha ido hace mucho. ¿Sabes lo que quiero decir?
Ella asiente, con lágrimas en los ojos.
—Que tengas un buen viaje. —Ajustándose la bufanda, se aleja por la playa.
Ace la observa mientras se marcha, y después vuelve a mirar el mar.
Su nuevo hogar está en el mismo océano, a dos mil quinientos kilómetros en dirección sur. El agua es distinta, el Atlántico es azul celeste. Sí, como su suegro le ha advertido repetidamente, de vez en cuando sufrirán la amenaza de algún huracán, pero, aun así, ningún mar permanece en calma para siempre, ningún paraíso se mantiene intacto. Añorará Montauk, y la casa que él y su esposa convirtieron en un hogar.
«Los cambios son duros».
La compañía para la que trabajará es una de las que Kenneth Keene había financiado, en secreto, con el dinero de la Casa de Saud. Ace es socio de la firma, el director ejecutivo.
«Del petróleo al viento… a veces los cambios son buenos».
El movimiento verde está iniciándose en América, estimulado, sin duda, por la devastación nuclear de Los Ángeles. Para finales de 2014, se espera que broten molinos de viento de alta tecnología a lo largo de las costas del Atlántico, el Golfo y el Pacífico. Para el 2017, estas máquinas proveerán electricidad limpia y asequible para casi el treinta por ciento de los hogares de Estados Unidos, lo que ayudará a aliviar la dependencia americana de los combustibles fósiles. También están planeadas granjas solares y eólicas financiadas por el estado, y un incremento de los subsidios para las granjas agrícolas locales. Los científicos esperan que los niveles de dióxido de carbono caigan significativamente, reduciendo los efectos del calentamiento global y mejorando la calidad del aire, que ha estado provocando graves problemas de asma entre los niños que viven en zonas ubicadas cerca de plantas alimentadas por carbón.
Ace recuerda los últimos momentos con su esposa en el monumento a John Lennon.
«Imagina…».
Secándose una lágrima, echa una última mirada hacia el este, y después camina de vuelta a la casa, ansioso por comenzar su nueva vida.
«En chino, la palabra "crisis" se compone de dos caracteres. Uno representa peligro, y el otro representa oportunidad».
Presidente John F. Kennedy.
«Estoy intentando decíroslo… ¡sed parte del cambio! Nadie más va a hacerlo. Los políticos están paralizados. Nuestra democracia no está funcionando demasiado bien… ésa es mi opinión. Hemos cometido un montón de errores políticos graves. Pero es demasiado simple y sesgado culpar a la administración Bush-Cheney. Tenemos división de poderes, un sistema judicial independiente, libertad de prensa, un Congreso… ¿todos ellos nos han fallado? ¿No nos habremos fallado nosotros mismos?».
Antiguo vicepresidente Al Gore, 2007.
«Sé el cambio que quieres ver en el mundo».
Mahatma Gandhi.
Extracto final:
Al borde del infierno:
Una disculpa a los supervivientes
por Kelli Doyle,
Consejera de Seguridad Nacional de la Casa Blanca
(2002-2008).
¿Dónde estarás cuando el mundo cambie? ¿Cuando las colas en las estaciones de servicio tengan una longitud de kilómetros, y las estanterías de los supermercados se queden vacías? ¿Cómo te las arreglarás? ¿Tienes tierra para sembrar tus propias cosechas? ¿Y los medios para protegerla?
¿Cómo reaccionarás cuando las armas nucleares reemplacen a los aviones comerciales como nueva amenaza terrorista, y la primera nube atómica aparezca en el cielo? ¿Te verás atrapado en la tormenta? ¿Estarás de viaje por negocios? ¿En casa, con tus seres queridos? ¿Pasando la noche fuera? Si vives en una gran ciudad, ¿te quedarás en casa, o huirás? ¿Meterás tus pertenencias en el coche y correrás hasta la interestatal, sólo para descubrir que está atascada por el tráfico…?
¿Volverás a confiar alguna vez en los líderes a los que elegiste?
¿Volverás a sentirte a salvo?
¿Qué harás cuando la civilización y la cordura desaparezcan entre la radioactividad, cuando cualquiera que parezca musulmán sea arrastrado a la calle y linchado hasta la muerte? ¿Y cuando se establezca el toque de queda a las nueve de la noche, y el Gran Hermano sea el nuevo soberano, y nuestras fronteras permanezcan permanentemente cerradas para todo el mundo, excepto la élite?
¿Cómo te sentirás cuando comiencen las represalias? ¿Cuando setenta millones de iraníes paguen el precio final por haber nacido bajo un régimen opresor… por las mentiras con las que los alimentaron desde su nacimiento, por el odio disfrazado de religión que han interiorizado?
¿La amenaza será arrastrada por la lluvia ácida? ¿El mundo se dará por satisfecho entonces?
¿Aprenderemos alguna vez?
Kelli Doyle-Futrell
9 de diciembre de 2011
Esta novela está dedicada a la memoria de mi suegro
JAMES FRANKLIN ROOF
(11 de julio de 1933 - 19 de junio de 1996).
Sirvió orgullosamente en Corea entre 1950-1954
y fue condecorado con dos Corazones Púrpuras
y
a mi amigo y editor técnico
CHARLES EUGENE JONES, «CHUCK».
(28 de mayo de 1962 - 29 de diciembre de 2006).
Sirvió orgullosamente como oficial de policía
y técnico de misiles balísticos.