Este libro está dedicado a David Hill, un hombre bueno y amable, que nos dejó el 30 de septiembre de 2009 después de una larga y valiente batalla contra el cáncer. David era un hombre de familia de la cabeza a los pies, entregado a su afectuosa esposa, sus cinco hijos y las respectivas parejas. Gracias a los consejos e influencia de David, sus hijos poseen cualidades admirables; son el reflejo de su padre, una buena persona. No puede dedicarse mayor alabanza a nadie.
Ave, David.
MARILYN HUME