Pero no son solo las mujeres las que pueden salvar una situación de rutina, también vosotros podéis lanzaros una noche y que al llegar a casa nos encontremos con una cena de esas que no son casuales, una cena que diga sin palabras: «Oye, me sigues gustando tanto como el primer día»…

Santi Millán es uno de los hombres más atractivos que conozco, es atractivo porque tiene el toque de quien se ha hecho a sí mismo, el toque de los que deciden ser atractivos, tiene una sonrisa que podría iluminar el Camp Nou si se fuese la luz en mitad de un partido. Es divertido. Y golfo. Y caballero… mucho. Recuerdo mi primera alfombra roja, estaba en el Festival de Cine de Málaga y pensé que se me iba a salir el corazón por la boca, no sabía muy bien cómo se hacían estas cosas, Santi y yo apenas nos conocíamos, nos saludamos y me preguntó qué tal estaba. Y se lo conté. Él sonrió, me cogió del brazo y me acompañó todo el tiempo que duró la alfombra roja.

De su brazo, ni los flashes te ciegan ni te pisas el vestido. Lo adoro y os lo presto un ratito.