Postfacio

Nadie conoce el contenido íntegro del Yefr de al-Kindi, obra de predicciones astrológicas perdida para siempre. Lo que yo le atribuyo aquí acerca del horóscopo de Jesucristo es absolutamente ficticio.

Sin embargo, el 10 de septiembre de 1327, el poeta y astrólogo italiano Cecco d’Ascoli fue quemado por la Inquisición de Florencia por hereje. Se le acusaba de haber intentado establecer el tema astrológico de Jesucristo.

En 1614, Johannes Kepler, uno de los padres fundadores de la astronomía moderna, a la vez que cristiano convencido y defensor incondicional de la astrología, publicó el De Vero Anno quo Aeternus Dei Filius Humanam Naturam in Utero Benedictae Virginis Mariae Assumpsit, donde afirma que Jesucristo tuvo que nacer durante la conjunción Júpiter-Saturno en Piscis que tuvo lugar hacia el año 6 antes de nuestra era. Así pues, Kepler sostiene, por razones astrológicas, que la fecha oficial del nacimiento de Jesús es con toda probabilidad varios años anterior a la fecha oficial del calendario cristiano. En represalia, su madre fue acusada de brujería por la Inquisición y estuvo encarcelada catorce meses.

La crítica histórica moderna confirma la hipótesis de Kepler. Los Evangelios dicen, efectivamente, que Jesús nació durante el reinado de Herodes el Grande, y actualmente sabemos con certeza que el monarca judío murió en el año 4 a. C.

Los cálculos astronómicos efectuados mediante ordenador confirman asimismo que hubo una gran conjunción Sol-Venus-Júpiter-Saturno en Piscis en el año 6 a. C. La noche del 1 de marzo, la Luna coincidía también con esos astros.