Mi gratitud para:
Gregor, tú avivaste el fuego, y les cogiste cariño a estas simpáticas gamberras desde el principio. También ellas te lo agradecen.
Daniela, una vez más disipaste todas mis dudas en largas conversaciones, me acariciaste la cabeza en gesto tranquilizador y espantaste con una sonrisa todas las inseguridades.
Christina y Peter, Ulrike, Stephanie y Martina, habéis leído como unos posesos, mientras yo, en casa, también como un poseso, me quedaba sentado, esperando vuestros comentarios.
Evi y Felix, por la confianza que tenéis en lo que escribo.
Ulrike, que tuviste que salir tantas veces de viaje, hasta el extremo de que mi novela se convirtió por un tiempo en una segunda casa.
Arnon Grünberg, Larry McMurtry y George R. R. Martin, es una alegría aprender de vosotros.
Misophone, William Fitzsimmons y Lloyd Cole, sea lo que sea, vosotros lo tenéis.
Corinna, mi mayor heroína, que ensombrece cualquier sol.