Mientras yo pasaba toda la tarde con mi familia, Marco había realizado indagaciones por su cuenta. Con el programa protegido contra piratas que Ax había escrito, entró de nuevo al foro. Marco nos lo explicaba de camino al bosque que limita con la granja de Cassie. Allí Tobías y Ax no necesitaban cambiar de forma.
—Estaban más o menos los mismos —nos explicaba Marco—. Algunos de los nombres eran nuevos, pero allí estaban GoVikes, YrkH8er, Chazz, CKDsweet, YeerKiller, Carlito, MegMom y Gump8293. El tal Gump continuaba hablando de su padre, y me da la sensación de que está a punto de hablar con él sobre el tema.
—Debemos impedirlo —apremió Cassie.
—Gump es un chaval de sólo nueve años —le recordé—. Vive cerca. Meg, Chazz y CKDsweet son de fuera, algunos viven muy lejos. Con lo que nos queda GoVikes…
—… un idiota —apuntó Rachel.
—… YrkH8er, Gump, Chazz y, cómo no, Fitey777 —terminé.
<YrkH8er es un controlador, ¿verdad? —preguntó Tobías—. O, al menos, se comporta como si lo fuera, como un controlador fingiendo que es enemigo de los yeerks.>
Tobías se había posado sobre una rama a unos tres metros de altura por encima de nuestras cabezas, sus garras clavadas con firmeza en la madera.
Cassie movía la cabeza como si no estuviera muy convencida.
—YrkH8er es un tal Edward Cheltingham. ¿Cuántos años tiene? ¿Treinta? Pero ¿sabéis una cosa? Esta mañana busqué el nombre en la guía telefónica y no aparece. Sólo hay dos Cheltingham, y son mujeres.
—¿Y qué? Su número de teléfono no aparece en la guía, eso es todo —replicó Rachel.
—Quizá, pero quién sabe, tal vez Edward Cheltingham sea tan falso como YrkH8er —observó Cassie—. ¿Acaso no es posible conseguir un carné de identidad falso y una tarjeta de crédito con un nombre cualquiera y abrir una cuenta con Web Access America?
Aquello no se le podía ocurrir a nadie más que a Cassie.
—Vaya —exclamó Rachel—. Estupendo, todavía más difícil. Así que este tipo puede ser cualquiera.
—Tenemos una dirección —recordó Cassie—. Siempre podemos ir a echar un vistazo. —Después, me miró y añadió—: También tenemos la dirección de Gump.
—Gump no importa —objetó Marco—. Es Fenestre el que está en medio de todo esto. Es él el protagonista. Si averiguamos quién demonios es, averiguaremos el resto.
—Tal vez —replicó Cassie—, pero Gump necesita ayuda ahora mismo, y de Fenestre nos podemos ocupar más tarde.
—Mira, Cassie —prosiguió Marco—, es domingo. Fenestre nos va a llevar algo de tiempo, es decir, un domingo entero. Podemos ir a ver qué pasa con Gump cualquier día después de clase, el lunes o el martes.
—Ya, pero tal vez el lunes sea demasiado tarde. ¿Y si el niño decide hablar con su padre hoy y su padre es un controlador? Se acabó Gump para siempre. Seguro que desaparece, y lo que es más, probablemente se convierta en el hogar de algún yeerk de poca monta.
Marco y Cassie me miraron. Se suponía que yo tenía que decidir cuál iba a ser nuestra prioridad: rescatar a un niño de nueve años o planear un ataque a la mansión de Fenestre.
—Marco —pregunté con la vista puesta en el suelo—, ¿por casualidad has hecho alguna indagación sobre la casa de Fenestre?
—No, creí que tú te ibas a encargar de eso.
—Me fue imposible. Cosas de familia.
—Al parecer, la mansión cuenta con mecanismos de alta seguridad —informó Marco—, controlados por ordenadores y todo eso. Pero para nosotros no debería representar ningún problema. La seguridad está diseñada contra los humanos, no contra los animales.
Asentí. Ojalá estuviera en lo cierto. No sabía por qué, pero había algo que me daba mala espina. Por otra parte, Marco tenía razón: Fenestre estaba en medio de todo aquello.
—Cassie, mañana después de clase, lo primero que haremos es ir a casa de Gump.
Mi amiga asintió, pero no pudo esconder un gesto de decepción.
—Espero que no sea demasiado tarde —dijo Cassie.
—Sí, yo también. Bueno, vamos allá —me froté las manos, le hice un guiño de confianza a Rachel y puse cara de velocidad—. Adelante, vamos a ver cómo viven los multimillonarios.
Tenía la impresión de estar cometiendo un error, pero no sabía por qué, y un líder no puede pararse a consultar el horóscopo ni a tomarse el pulso. Un líder debe dirigir. Así que tomé la decisión sin más.