Problemas técnicos imprevistos

Lamento comunicarles que se acaban de presentar ciertos problemas con mis personajes. Marta me comunica que quieren ser ellos quienes cierren la novela. Su principal argumento es que no están de acuerdo con algunas de mis apreciaciones.

Aun aceptando lo irregular de la situación, creo que voy a permitírselo, siempre he defendido las reglas del juego democrático. Apelo, por tanto, a su benevolencia.

Y qué quieren que les diga, tengo cierta curiosidad por conocer los motivos de su queja. Así que me retiro y les cedo a ellos la palabra. Al fin y al cabo, yo ya he dicho todo lo que tenía que decir acerca de esta historia.

Y, de paso, quiero dejar claro que ya estoy hasta los cojones de todos ellos. Ejercer de Dios es cansado y, si se trata de lidiar con una pandilla como esta, les aseguro que uno reza para que llegue el sábado y echarse a descansar.