No hallando un orador de mi tamaño
que viera la verdad desde otro prisma,
decidí dialogar conmigo misma
aunque esto os parezca un mal apaño.
Sabido es que oradores de antaño,
oradores audaces, con carisma,
con su monologar crearon cisma
aunque hoy tal tema nos resulte extraño.
No creáis que al hablar sola me engaño.
Discutiendo el abismo no me abisma
y al negar lo que afirmo no hago daño
a ningún ser humano ni a mí misma.
Que llevo dialogando casi un año
y hasta ahora no me he roto la crisma.