Me reía despacio, me reía deprisa
de todo lo que me venía en gana.
Me reía de forma sana e insana.
Me reí tanto que morí de risa.
Me reía llevando una camisa
o hasta llevando un pantalón de pana.
Me reía bailando una sardana.
Reía al ver a mi mujer sumisa.
Incluso me reía estando en misa
o contemplando una imagen pagana.
Me reía paseando en la repisa.
Fui al Infierno riendo con desgana
pues me dijeron que el Demonio guisa
a quien se ríe por razón tan vana.