Fábula de la mujer que se hizo transparente

Yo tengo libertad, miro a la gente

y la gente me mira y no ve nada.

Creo que fue el estar enamorada

la causa de que hoy sea transparente.

Asumo, aunque lo asuma tristemente,

que para todo soy apasionada.

Y esta pasión por todo me anonada

y torna frío lo que en sí es ardiente.

He llegado a este estado decadente

sin comprender en qué he sido mutada.

La nieve vi caer, quieta, silente,

desde la noche hasta la madrugada

para, con la blancura, de repente,

ser misteriosamente fusionada.