Fábula de la madre de la fotógrafa lesbiana

Mi matrimonio fue de conveniencia.

Una hija nació de amor impuro.

Fue para mí lo blando de lo duro

de esta vida de azar y de inconsciencia.

Yo era una niña plena de inocencia.

Me entregaron a un hombre ya maduro

que haría del presente y del futuro

mi sumo bienestar, mi anti-indigencia.

Negra me pareció aquella sentencia.

Negra fue. Para él, blanco seguro

para amar a su antojo y con licencia

a un cuerpo joven, virginal y puro.

Soportar no podía su presencia.

Mi hija y yo le dimos fin oscuro.