Glosario

Nota del traductor:

El criterio lingüístico seguido por el autor se basa en respetar los términos —y en particular los topónimos— griegos, latinos y cartagineses. Esto no siempre es posible. Por motivos evidentes, es imposible reflejar en la traducción castellana el esfuerzo del autor por evitar poner en boca de griegos y cartagineses palabras de origen latino. Dado que se desconocen algunos nombres y topónimos cartagineses, el autor ha optado por poner en su lugar, donde ha sido posible, palabras de origen griego (p. ej., Agora), o variaciones de las mismas; he seguido este mismo criterio en la traducción.

En general, he reemplazado los nombres propios utilizados por el autor por las formas empleadas con más frecuencia en castellano, pero intentando, cuando era oportuno y en la medida de lo posible, rehuir a las formas más latinizadas y/o castellanizadas.

El asterisco que precede a algunos de los siguientes topónimos indica que se trata de nombres que el autor ha tenido que vocalizar o, por motivos evidentes, inventar.

Aníbal: (lat.), pún. Khenu Baal (Hnb’l) «Gracia de Baal», gr. Hannibas. A diferencia de Alejandro, Gengis Khan, Napoleón, etc. (pienso que tan pronto el hechizo deja paso a la fría observación de sus actos, todos estos personajes, más allá del sangriento absurdo de sus explicaciones de conquista, se corresponden con un arquetipo negativo cuyo más terrible rostro es el de Hitler), el cartaginés continúa ejerciendo una fuerte fascinación en nuestros días. Como los autores de la Antigüedad escribían, casi sin excepción, historias de guerras, no poseemos muchos datos sobre lo que quizá sea la parte más emocionante de la vida de Aníbal: su carrera «civil», dedicada a las reformas económicas, modificaciones constitucionales, democratización. No obstante, las historias de guerras, los aspectos políticos y de derecho internacional, y las consecuencias y efectos posteriores para las potencias en juego son muy interesantes. La «política exterior» de Roma distinguía entre tres tipos de territorios extranjeros: Estados/regiones todavía no sometidos; territorios independientes, que en un primer momento podían continuar disfrutando de cierta autonomía; el resto del mundo, regiones demasiado lejanas/calurosas/pantanosas, etc. Aliados romanos como Massaha, Siracusa o Egipto se convirtieron tarde o temprano en provincias romanas; no existían aliados que gozaran de los mismos derechos, sobre la base de la coexistencia. En la época de la República los «censos de población» sólo incluían a los hombres capaces de manejar armas: cada romano, un legionario. Mommsen no ha sido el último historiador que ha reconocido veneración a las «virtudes» romanas de la época republicana; yo reconozco que, teniendo presente la agresión y expansión sistemáticas, el deseo totalitario de dominar el mundo, la estrategia de devastar el territorio, las masacres contra la población civil, el terror, las continuas rupturas de tratados y el genocidio, me vienen a la mente paralelos más bien poco reverentes y sin duda ilícitos con los acontecimientos de nuestro pasado inmediato. (En Roma y Cartago también pueden encontrarse propuestas sobre asuntos como la «planificación» o el «desarme unilateral»).

Si olvidamos las guerras civiles, la Segunda Guerra Púnica fue también la última guerra emprendida por Roma hasta el ocaso del Imperio Romano (de Occidente); todos los demás conflictos «externos» fueron campañas limitadas regionalmente. La batalla de Teutoburgo costó a Roma tres legiones, mientras que sólo en Cannae, Roma perdió a dieciséis legiones, incluyendo a sus aliados.

El terrible enemigo, que tuvo que quitarse la vida, ya anciano, para que los romanos pudieran dormir tranquilos, no planeaba en modo alguno la conquista y destrucción de Roma. La oferta de paz realizada por Aníbal tras la batalla de Cannae y la formulación de objetivos en el tratado firmado con Filipo de Macedonia muestran que únicamente le interesaba reponer el statu quo. Livio tuvo que convertir a Aníbal en un demonio para poder justificar jurídicamente a Roma; sin embargo, en las más de mil páginas de los libros Ad urbe condita, que tratan de la guerra de Aníbal, no aparece ni un solo ejemplo del carácter cruel y traicionero que Livio atribuye a Aníbal. Dejando de lado la inhumanidad que subyace a todas las guerras, la manera de hacer la guerra de Aníbal (en una guerra principalmente defensiva que él no deseaba, pero tuvo que emprender tras la declaración de guerra de Roma) era notablemente humanitaria; Aníbal se dirigía casi exclusivamente contra objetivos militares, y en muy contadas ocasiones utilizó el terror o la devastación para alcanzar objetivos tácticos, mientras que esto formaba parte habitual de la estrategia romana.

La guerra fue una continuación consecuente de la política llevada hasta entonces por ambas partes: expansión romana, política de conservación púnica. Mientras que Roma transformaba y romanizaba con relativa rapidez todas las regiones conquistadas, Cartago no tocó durante siglos los idiomas, costumbres e instituciones autónomas de regiones que no «ocupaba» realmente (a excepción de los territorios inmediatamente limítrofes): para comerciar hacen falta personas con quienes comerciar; las ideologías totalitarias pueden, de ser necesario, prescindir de las personas. A excepción de algunas tropas coloniales y de vigilancia, Cartago no mantenía ningún ejército permanente; cuando sus intereses comerciales se veían amenazados, los cartagineses reclutaban mercenarios, por un período de tiempo limitado. Contra Roma, esta política llevó al suicidio; la guerra sólo podía decidirse en Italia, pero casi todas las provisiones y refuerzos cartagineses fueron enviados a regiones en las que se encontraban en juego sus intereses comerciales.

Además de esta obcecación por el comercio, seguramente en Cartago también se preguntaban qué deberían hacer, en caso de lograr la victoria, con el vencedor y sus soldados, fieles no a la ciudad, sino a su estratega.

Probablemente algunas de las cosas que ocurrieron, o bien no ocurrieron, sólo se pueden explicar recurriendo al difuso concepto de patriotismo (no chauvinismo; éste quedaba para Roma): por qué Amílcar y Asdrúbal no dieron un golpe de Estado en el 237 a. C.; por qué Asdrúbal (a quien las tribus ibéricas habían nombrado su rey) no proclamó su reino ibérico propio después de fundar una capital llamada Cartago, acuñar monedas propias y negociar con Roma el tratado del Ebro sin consultar con nadie; por qué Aníbal, sin refuerzos y abandonado a su suerte, no mandó simplemente todo al cuerno en Italia, o por qué no asumió el poder en Cartago en el 203 a. C., en lugar de continuar la guerra por orden del Consejo. Yo no soy quién para juzgar si la lealtad incondicional de Amílcar, Asdrúbal y Aníbal constituye o disminuye la grandeza histórica de estos personajes.

Antipolis: Colonia griega fundada hacia el año 600 a. C.; Antibes (Francia).

Aspy: Spj, Aspis; varios lugares; uno de ellos (lat. Clupea), situado en la costa oriental de Túnez, fue el cuartel principal y puerto de retirada de la invasión de Régulo. Otro (Bu’ayrat al Hasun), en el Gran Sirte, era un puerto libiofenicio.

Baikula: lat. Baecula, Bailén.

*Baits: lat. Baetis, Guadalquivir.

Baleares: (del griego ballein, arrojar, disparar con honda). Las Baleares y sus habitantes; estos «honderos» no sólo fueron reclutados como soldados de armamento ligero por los cartagineses. Los nombres Mallorca (Maiorica, lat. major, mayor) y Menorca (Minorica, lat. minor, menor) son de origen romano; está medianamente confirmada la existencia de un nombre más antiguo de Mallorca: Kromyussa o Klumyussa. 206/205: Magón, el hermano de Aníbal, se encuentra en Menorca, donde alista tropas y construye un puerto al que los romanos llamaron Portus Magonis; en la actualidad: Mahón. Hoy es muy conocida la «salsa de Mahón», o salsa mahonesa; cuando uno vuelve a comer mahonesa no puede dejar de recordar al gran cartaginés.

Barkino: lat. Barcino. Barcelona.

Dracma: ver Talento.

Elímeros: pueblo del oeste de Sicilia, probablemente emparentado con los ligures; los elímeros se aliaron con fenicios y cartagineses contra la expansión helena.

Emporión: colonia masaliota en el norte de España; Ampurias.

Filenón Bomoi: lat. Arae Philaenorum, Al Qaws; plaza fuerte fronteriza cartaginesa situada en el límite oriental del Gran Sirte, frente a la ciudad helena/egipcia de Cirene.

Gadir: gr. Gadeira, lat. Gades; Cádiz. Fue inicialmente una factoría sidonia fundada alrededor del año 1130 a. C. Pasó a manos cartaginesas en torno al año 550 a. C.

Gher, Gyr, Nighir: nombres de ríos diferenciados por los antiguos geógrafos, designan a afluentes y desaguaderos del lago de Chad, incluidos el Níger y el Senegal. Está comprobado que Cartago mantuvo comercio marítimo y terrestre con África occidental, así como la existencia de factorías cartaginesas en esa región; sin embargo, no se tiene ningún conocimiento preciso sobre las regiones al sur de Mogador (los nombres antiguos permanecen desconocidos). Lugares como Kart Hannón son inventados.

Islas Afortunadas: Islas Canarias.

Hadrimes: o bien Adrimes, lat. Hadrumetum; Sousse (Túnez).

*Hipu: pún. «p»; dos puertos importantes: Hippo Diarrthytus («Zarytos» en Salambó), hoy Bizerta (Túnez); Hippo Regius/Bóne/Annaba (Argelia).

*Huejat: pún. Wjt, gr. Heoa, lat. Oea/Aelia Agusta Felix; Trípoli (Libia).

Iberia: España y Portugal; en la época de las guerras púnicas los primeros íberos, llegados probablemente del norte de África, ya que se habían mezclado con los habitantes primitivos de la península y con los celtas llegados del norte.

Igilgili: Jijel (Argelia).

Ikosión: lat. Icosium (Argelia).

Iol: lat. Caesarea Mauretaniae; Cherchelí (Argelia).

-iotas: sufijo que designa a los colonizadores helenos y a sus descendientes; así, los italiotas son los habitantes de las regiones de Italia colonizadas por helenos; siciliotas, los de Sicilia.

*Ispali (o similares): lat. Hispalis; Sevilla. Como sucede con muchas fundaciones cartaginesas de la Península Ibérica, entre las cuales probablemente también se encuentran las ciudades de Ávila y Braga, el nombre original es desconocido.

Ityke: lat. Utica; situada en la antigua desembocadura del Bragadas/Medjerda, fue quizá la colonia fenicia (sidonia) más antigua del Oeste.

Kalpe: Gibraltar.

Kanopos: Canopus, Abukir; fundada por los helenos en torno al 600 a. C. (probab. sobre una antigua ciudad egipcia), se convirtió luego en un «lugar de diversión» y suburbio, habitado principalmente por egipcios, de Alejandría.

Karalis: probablemente llamada en su origen Kart Lis, o algo similar; Cagliari (Italia).

*Karduba: ver *Kart luba.

Kartenna: lat. Cartenna, Ténés (Argelia).

*Kart Ella: lat. Carteia, en la bahía de Algeciras.

Kart-Hadtha: «ciudad nueva», gr. Karjedón, lat. Cartago. Para el «nueva» existen tres explicaciones: nueva frente a la metrópolis, Tiro; frente a la antigua fundación sidonia vecina, Ityke; frente a una población sidonia más antigua que podía haberse levantado en el mismo lugar.

Para la imagen que suele tenerse de Cartago (teocracia hermética + elefantes de guerra + exotismo oriental) hay muchas explicaciones, desde la repercusión de los resentimientos antifenicios albergados por los helenos, menos civilizados y culturalmente inferiores en un principio, hasta la propaganda enemiga (Polibio y Livio no escriben sobre Cartago, sino a favor de Roma). La teocracia, si es que alguna vez se dio en Cartago en sentido estricto, llegó a su fin antes del año 550 a. C. De la época de las Guerras Púnicas hay numerosos testimonios de batallas aplazadas por los romanos debido a malos presagios o cosas por el estilo, mientras que entre los púnicos los dioses sólo aparecen en las fórmulas convencionales de los juramentos; los elefantes de guerra fueron utilizados por primera vez en la India, y luego los emplearon los seléucidas, los ptolomeos y Pirro; la idea del exotismo oriental proviene básicamente del siglo diecinueve.

Las decisiones de la ciudad concernían al Consejo, el Tribunal y los estrategas; si hacemos a un lado al sacerdote de Baal y los elefantes, nos queda una ciudad grande y rica, extremadamente secularizada, con una población mixta en la que quizá quedara una décima parte de púnicos sin mestizajes. (A un turista de Marte que permaneciera un día en la República Federal Alemana, por ejemplo el día del Corpus, la R.F.A. le parecería una teocracia de rasgos enigmáticos; la procesión de barcos de Colonia, una de las principales noticias del día, podría interpretarse como algo que incumbiría directamente al Señor de la casa más espléndida, más importante, de donde surgiría la pregunta: ¿Por qué los adoradores de un dios evidentemente acuático tendrían que construir una catedral orientada hacia el cielo?).

Cuánto ha contribuido el Salambó de Flaubert a formar la imagen que se tiene habitualmente de Cartago, es algo que no se puede calcular. Esta obra de arte, dueña de muchos niveles de lectura, nunca fue proyectada como una reconstrucción histórica. Lo que Flaubert presenta en el escenario de Cartago es en primer lugar una subversión de mitos franceses del Segundo Imperio, escenificada por antihéroes diferenciados, apoyada en Polibio, enriquecida con motivos egipcios y bíblicos; es una obra rigurosamente artística, una narración omnisciente sin concesiones, es la fría objetividad de una cámara. Es, sobre todo, una obra perfecta, pero no una «novela histórica» sobre Cartago.

*Kart luba: *Karduba, lat. Corduba, Córdoba; ciudad fundada probablemente por los cartagineses; no existe una etimología satisfactoria.

Kastulo: lat. Castulo; Cazorla.

Kirta: lat. Cirta; Constantine (Argelia); capital de los númidas del este, masalios (Masinissa).

*Lepqy: pún. Lpqj, nombre de varias ciudades: lat. Leptis Magna, grande y antiguo puerto púnico situado al oeste del Trípoli (Libia); lat. Leptis Minor, actualmente Lamta, en la costa oriental de Túnez.

Leuke Akra: o bien Akra Leuke, Alicante; fundada probablemente por Amílcar en torno al año 233 a. C.

Libia: término heleno de significado cambiante; a veces designa a toda África, pero otros autores lo limitan al norte de África a excepción de Egipto. En la novela equivale a África.

*Liksch: pún. Lks, lat. Lixus; Larache (Marruecos).

Maqom Hadtba: «nuevo lugar», lat. Macomades; Sidra (Libia).

Mastia: antigua población ibérica situada en la bahía de Cartagena capital de los contestanos.

Mina: ver Talento.

Nicea: Ciudad fundada por helenos alrededor del año 600 a. C.; Niza.

Nora: factoría cartaginesa de Cerdeña.

Óbolo: ver Talento.

Olont: factoría cartaginesa de España; Huelva.

Pentera: a falta de evidencias concretas, los historiadores dudan de si se trataba de un barco de guerra con cinco cubiertas de remos, o si de uno con una sola cubierta y cinco hombres por remo. Según la información que puede encontrarse en Polibio y Livio (la manera de entrar en combate de estas naves, el alto número de unidades y el breve tiempo de construcción de las mismas, durante las guerras púnicas), parece más bien improbable que se tratara de barcos de cinco cubiertas, para cuya construcción hubiera hecho falta emplear una gran cantidad de material, y hubieran resultado muy pesados.

Régulo: de acuerdo a la leyenda romana, el cónsul Marco Atilio Régulo fue torturado y ajusticiado en Cartago después de haberse pronunciado contrario a firmar la paz con Cartago, durante un viaje que hizo a Roma en «libertad bajo palabra». Polibio no sabe nada al respecto; las últimas investigaciones conjeturan que los romanos inventaron la leyenda para justificar o cubrir los abusos cometidos en Roma contra prisioneros cartagineses.

Rhakotis: fundada probablemente en torno al año 600 a. C. por helenos, se convirtió más tarde en parte de Alejandría, y en la época de Ptolomeos era el barrio más antiguo y miserable de la ciudad, habitado por egipcios.

Rhode: factoría masaliota del norte de España; Rosas.

Rusadir: puerto cartaginés; Melilla.

Sala: colonia cartaginesa; Rabat (Marruecos).

Sardonia: Cerdeña; entre el año 510 y el 237 a. C., aproximadamente, dos terceras partes de la isla (el oeste y el sur) pertenecieron a Cartago; desde el 480 a. C. estuvo protegida por fortalezas y murallas.

Schekel/shiqlu: ver Talento.

*Sepqy: pún. Spqj; gr. Sebta; Ceuta.

Sikka: actualmente El Kef, en el oeste de Túnez.

*Tabraq: lat. Thabarca, hoy Tabarqa, en el noroeste de Túnez.

Talento: gr. talanton, «balanza, peso»; originalmente: unidad de medida babilonia, muy diferenciada espacial y temporalmente. En el siglo III a. C. es utilizado expresamente en los tratados entre Roma y Cartago, sobre todo el talento ático, o bien eubeo, equivalente a aproximadamente 27 kg, y dividido en 60 minas de 60 schekels (o cien dracmas) cada una. El peso de las monedas y los quilates varían, lo mismo que la división decimal o duodecimal. Durante un tiempo existieron en las regiones mediterráneas dos tipos de monedas básicos: el ático (6 óbolos =1 dracma, 100 dracmas = 1 mina, 60 minas = l talento), que más tarde fue adoptado por Roma, y el cartaginés (60 schekels = l mina, 60 minas = l talento), que se mantuvo vigente durante mucho tiempo en el Egipto ptolomeico. En la época de la Primera Guerra Púnica, Roma empleaba internamente el As de cobre, y no poseía ninguna moneda convertible. Los 10 000 talentos que Cartago tuvo que pagar a Roma en el año 201 a. C. equivalían a 270 toneladas de plata (alrededor de 60 mil millones de pesetas, al precio de finales de 1988). Una relación más clara resulta de tomar por base los precios y salarios de la época. En la Oikumene oriental un jornalero ganaba alrededor de 2 óbolos diarios, y un trabajador cualificado ganaba 4; el mínimo vital debía ser de dos óbolos por cabeza, 1 dracma por familia de cuatro miembros; aprox. 52 quilos de trigo costaban 5 dracmas, el alquiler anual de una casa normal ascendía a 20 dracmas. (Estas cifras tienen vigor para los años situados entre el 330 y el 220 a. C., aprox.; los precios se elevaban ocasionalmente, llegando a veces a quintuplicarse. Durante la inflación sufrida en la parte oriental de la Oikumene debido a las monedas acuñadas por Alejandro con los 50 000 talentos procedentes del tesoro real persa, la moneda de Cartago se mantuvo prácticamente estable). Si establecemos el mínimo vital mensual para el año 200 a. C. en 30 X 2 óbolos = l0 dracmas = 1/600 de talento, y el mínimo actual en España en 48 000 ptas. un talento correspondería a unas 28 800 000 ptas., y la indemnización exigida por Roma se elevaría a un total de 288 000 000 000 de pesetas. Sólo el saldo de 8000 talentos que Cartago quiso pagar por adelantado a Roma en un solo pago después de la reforma financiera de Aníbal, se elevaría a 230,4 miles de millones de ptas. Dejando de lado los empréstitos de guerra y un incremento de los tributos en especie en tiempos de necesidad, Cartago se financiaba exclusivamente a través de tributos, impuestos de importación y exportación del 2% y del 5% respectivamente e impuestos en especie pagados por los campesinos libios de un 20 o 25%. Después de la Segunda Guerra Púnica, la tasa aduanera del 2% producía, sólo en Sabrata, dos talentos diarios, y la avidez mostrada por Roma hacia las minas de España se hace más comprensible si pensamos que, según Plinio, en la época de Aníbal una mina de plata determinada producía diariamente 300 libras romanas (aprox. 100 kg, algo menos de 4 talentos) de plata pura.

Tarshish: pún. Trsjs, Tartessos; nombre de la capital (?) y del correspondiente reino del sur de España, entre los años 750-550 a. C., aprox.; están comprobadas la existencia del reino y las relaciones comerciales de éste con Massalia y Cartago, entre otros, pero hasta ahora no se han hallado pruebas palpables de la existencia de la ciudad. Ésta podría haber estado situada cerca de la actual desembocadura del Guadalquivir, y haber sido destruida por los cartagineses en torno al año 550 a. C.

Tingis: fundación fenicia o cartaginesa; Tánger (Marruecos).

*Tiouest: gr. Theouesta o, también, Hecatómpilos, lat. Thevesta; actualmente Tébessa, en el este de Argelia.

Trogoditas: antiguo pueblo asentado en las orillas egipto-sudanesas del Mar Rojo; no confundir con los trogloditas, los habitantes de las cavernas.

Tynes: lat. Tunes; Túnez.

Vektis: la isla de Wight (Inglaterra).

Zakantha: lat. Saguntum, posteriormente Murviedro; hoy Sagunto. La similitud de nombres propició que los romanos afirmaran/supusieran que la ciudad había sido fundada y era habitada por helenos de Zakynthos, y que, por lo tanto, era «protegida» de Cartago.

Zilis: factoría cartaginesa; Dchar Kedid (Marruecos).