Cornell Woolrich nació en 1903 en Nueva York, ciudad en la que residió la mayor parte de su vida. Desde muy temprano mostró un talento especial para la escritura, lo que hizo que abandonara sus estudios superiores para dedicarse de lleno a su gran pasión, la literatura de suspense. Durante cierto tiempo trabajó en Hollywood realizando adaptaciones de guiones, pero pronto regresó a Nueva York, donde siguió escribiendo cuentos y novelas. En poco más de diez años, de 1934 a 1946, Woolrich publicó más de trescientos cincuenta relatos en diferentes periódicos y revistas estadounidenses, sin renunciar a escribir obras más largas como La novia iba de negro (1940) o El plazo expira al amanecer (1944). Esta última apareció bajo el seudónimo de William Irish, nombre que utilizó para firmar una parte importante de su obra. Alcanzó gran popularidad en Estados Unidos, donde se le llegó a considerar el Allan Poe moderno, y fue una fuente inagotable para guionistas y directores de cine de primera fila como Alfred Hithcock, que llevó al cine, con gran éxito, el relato titulado «La ventana indiscreta», Jacques Tourneur, François Truffaut y otros. Desde 1957 hasta su muerte, once años después, vivió recluido en una habitación de un hotel neoyorquino. Acabó sus días enfermo y alcohólico, amputado de una pierna gangrenada, en una silla de ruedas y negándose a ver a sus pocos amigos. Falleció en septiembre de 1968.
Cornell Woolrich fue el verdadero creador del suspense en literatura e introdujo una nueva vertiente en la novela negra norteamericana. Conocedor como pocos del ritmo narrativo y de los entresijos psicológicos del individuo, Woolrich consigue crear una tensión incomparable en la narración. Los relatos que componen el presente volumen muestran un derroche ilimitado de imaginación y una técnica narrativa impecable. La meticulosa descripción de los mecanismos internos de los personajes, la inspirada elección de los escenarios y la maestría en la utilización de los diálogos, los convierten en ocho joyas de la literatura policíaca de todos los tiempos. Quizá el mayor hallazgo de Woolrich consiste en plantear una serie de problemas cotidianos, fácilmente comprensibles para el lector (la ruptura de un matrimonio, la falta de expectativas profesionales de un policía, el aburrimiento de un hombre que intenta entretenerse observando desde una ventana los movimientos de sus vecinos…), y llevar su solución al extremo —casi siempre el asesinato— con la misma naturalidad con la que se propondría una salida más plausible. Todos sus relatos se caracterizan por la atmósfera asfixiante que se apodera de los personajes, que acaban siendo presas de un mecanismo de irremediable fatalidad del que no logran escapar más que en último momento. En esta selección hemos reunido aquellos cuentos que, a nuestro entender, constituyen algunas de las piezas más emocionantes de la literatura policial; clásicos del suspense como «La ventana indiscreta» o «Proyecto de asesinato» se combinan con narraciones donde la peripecia argumental va salpicada de unas dosis de humor y de ironía verdaderamente inteligentes, como ocurre en «Cocaína», «El pendiente» o «La libertad iluminando a la muerte».
Los relatos de Cornell Woolrich llevaban años agotados en nuestro país y era imposible encontrar una selección de los mismos en una edición asequible que respondiera a las expectativas del lector. Por ello, en la colección Línea de sombra nos hemos propuesto devolver a este autor imprescindible al lugar de honor que le corresponde dentro del género policial. Hemos utilizado la traducción que realizó Jacinto León en 1961 para la editorial Acervo, que publicó sus Obras escogidas en diferentes volúmenes, si bien hemos efectuado algunas modificaciones y actualizaciones con el fin de acercar al lector contemporáneo estas ocho piezas clave de la literatura de suspense.