Agradecimientos

El camino que recorre un escritor desde que surge la idea hasta que el libro está terminado siempre es largo, aunque también apasionante. Les doy las gracias a mi marido, Harald, por su comprensión; a mis hermanas, Claudia Cohen y Camilla Altvater; a mis sobrinas, Caroline Cohen, Simone Schreiber, Anne Pfenninger, Vanessa Müller-Raidt y Susanne Hecker, por leer las galeradas y por sus acertadas observaciones en las distintas etapas del libro. Agradezco a Christa Thabor e Iska Peller su fantástica colaboración.

Asimismo me gustaría expresar mi agradecimiento al doctor Hansjürgen Bratzke, director del centro de medicina forense de la Universidad de Frankfurt, por su asesoramiento y su apoyo en todo lo relativo al campo de la medicina forense.

Mis más sinceras gracias también al equipo de la K 11 de la Policía Judicial de Comandancia de Hofheim, que una vez más ha vuelto a ceder amablemente sus puestos de trabajo a Bodenstein, Pia & Cía. Sin los consejos del comisario general Peter Öhm, el jefe de brigada Bernd Beer, el inspector mayor Jochen Adler y, sobre todo, la inspectora mayor Andrea Schulze, no podría reflejar con tanto realismo en mis libros la labor que realiza la Policía Judicial.

Muchas gracias también a los vecinos de Altenhain, que esperemos no se tomen a mal que haya convertido su pueblo en el escenario de esta novela. Puedo asegurar que todos los personajes y sucesos son fruto de mi imaginación.

Mi más sincero agradecimiento a mis lectoras, Marion Vazquez y Kristine Kress. A Marion por alentarme a escribir este libro y acompañarme en mi trabajo; y a Kristine, por encargarse de dar los últimos toques a la novela. Trabajar con ambas ha sido un placer.

Por último, me gustaría expresar mi gratitud a mis fantásticos lectores, así como a los libreros a los que les gustan mis libros y con ello me motivan a seguir escribiendo.