[1] Publicadas en 1891 y 1895, solo fueron reeditadas en 1974 por el Instituto Nacional de Cultura. <<
[2] Las citas de este estudio corresponden a la edición de Casa de las Américas. <<
[3] Cf. Francisco Carrillo. Clorinda Matto de Turner y su indigenismo literario. Lima: Biblioteca Universitaria, 1967, 41 y ss. <<
[4] Cf. Concha Meléndez. La novela indianista en Hispanoamérica. Río Piedras: Universidad de Puerto Rico, 1961 (2.ª ed.); Aída Cometta Manzoni. El indio en la novela de América. Buenos Aires: Futuro, 1960. <<
[5] En Aves sin nido no aparece mayormente la función explicativa basada en el conocimiento «fisiológico», que tendrá vigencia en las dos novelas posteriores. Es fácil encontrar, sin embargo, algunos casos aislados. A este respecto pueden verse mis prólogos a las reediciones de Índole y Herencia. <<
[6] Hay un evidente desnivel entre la elaboración conceptual de la novela y su realización técnica, esta claramente insegura. <<
[7] El episodio solo sirve para crear un cierto suspenso en el desarrolló de la II parte, correlativo al que genera, en la I parte, el episodio de la asonada. Sobre este punto puede verse mi prólogo a la edición cubana de Aves sin nido. <<
[8] Manuel E. Cuadros E. Paisaje y obra. Mujer e historia. Clorinda Matto de Turner. Cuzco: Ed. H. G. Rozas suc., 1949. <<
[9] Cf. Rudolf Grossmann. Historia y problemas de la literatura latinoamericana, Madrid: Revista de Occidente, 1972, caps. 15 y 16. <<
[10] El «reparto antelado» no era más que una de las muchas formas de explotación de los indígenas. Las otras casi ni se mencionan en el texto. <<
[11] Esta omisión es puesta de relieve por Tomás Escajadillo en su tesis La narrativa indigenista: un planteamiento y ocho incisiones. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1971, (mimeo). <<
[12] Carrillo (cf. nota 3), hace ver que Abelardo Gamarra en «La mamacha» presenta el «contraste realista a la idealización de Clorinda Matto». (34). <<
[13] El tema de la confrontación entre vecinos y forasteros aparece también en La trinidad del indio de José T. Itolararres (seudónimo de José T. Torres y Lara), Lima: Bolognesi, 1885. Cf. Alberto Tauro. «Antecedentes y filiación de la novela indigenista», en Mar del sur, vol. I, N.º 2, Lima, noviembre-diciembre de 1948. Con posterioridad a la redacción de este estudio Tauro ha publicado un interesante libro: Clorinda Matto de Turner y la novela indigenista. Lima: Universidad de San Marcos, 1976. <<
[14] González Prada en su Discurso en el Politeama (1888), también afirma esta preeminencia de la educación: «enseñadle a leer y a escribir, y veréis si en un cuarto de siglo (el indio) se levanta o no a la dignidad del hombre». Pájinas libres. Madrid: Pueyó, s/f, 78. Por lo demás el magisterio de González Prada sobre la Matto es obvio y ha sido mencionado numerosas veces. <<
[15] La cita de González Prada, en la nota anterior, hace vislumbrar estas ideas. O más claramente: «el indio rastrea en las capas inferiores de la civilización, siendo un híbrido con los vicios del bárbaro y sin las virtudes del europeo». Ibídem. <<
[16] Cf. Jorge Basadre. Historia de la República del Perú. Lima: Ed. Universitaria, 1969, Tms. VI y VII. <<
[17] Cf. los libros cit. en las notas 4 y 9. También: Alfredo Yépez Miranda. «Clorinda Matto de Turner», prólogo a la ed. de Aves sin nido en homenaje al II Congreso Indigenista Interamericano, Cuzco, Universidad Nacional del Cuzco, 1948. <<
[18] Se trata de una característica general de la narrativa de la Matto: los personajes y sus aventuras personales siempre apuntan hacia la dirección más amplia. <<
[19] Habría que averiguar hasta qué punto la segunda parte de la novela es más una adición innecesaria, que obliga a añadir episodios y a variar la interpretación del título, que una secuencia orgánica con respecto a la parte inicial. Sobre ese punto, cf. mi prólogo, cit. en la nota 7, y el libro de Carrillo nota 3. <<
[20] Luego se estudia el problema del celibato. Es obvio que el ascenso del cura Miranda a la condición de obispo implica una abierta crítica a la Iglesia. <<
[21] Bastaría recordar que Juan León Mera incluye también el tema del incesto en su novela Cumandá (1879). <<
[22] En Herencia, cuya trama transcurre en Lima, Margarita y Rosalía casi no se distinguen de las otras jóvenes de la sociedad capitalina. Han adquirido ya la condición propia de la familia Marín. <<
[23] Manuel E. Cuadros: Op. cit., 26, 32, 41, etc. <<
[24] Robert Bazin. Historia de la literatura americana en lengua española. Buenos Aires: Nova, 1963, 319. <<
[25] La hasta hace poco considerada primera novela peruana: El padre Horán de Narciso Aréstegui incluye también aspectos claramente anticlericales y en especial enfatiza su oposición al celibato sacerdotal. Curiosamente un aspecto de esta novela ha sido confundido por Grossmann con el argumento de Aves sin nido. Op. cit., 343. <<
[26] La frase de González Prada se repite casi idéntica en Aves sin nido: «trinidad aterradora que personifica una sola injusticia». (64). <<
[27] Cf. los libros de Cuadros, Carrillo y Tauro notas 3, 8 y 13. <<
[28]Op. cit., 181. <<
[29]Op. cit., 15. <<
[30]Op. cit., 66 y ss. <<
[31] José Carlos Mariátegui. Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. Lima: Amauta, 1963, (9.ª ed.), 291-292. <<
[32] Este tema está estudiado en mi artículo «Sobre el modo de producción de la literatura indigenista», que aparecerá en el Homenaje a Jorge Basadre, y en «Para una interpretación de la novela indigenista», en Casa de las Américas, Año XVI, N.º 100, La Habana, enero-febrero de 1977. <<
[33] El artículo «Nuestros indios», donde se plantea la naturaleza socioeconómica del problema indígena, apareció en la 2.ª ed. de Horas de Lucha. Lima: Luz, 1924, 311 y ss. con la data de 1904. <<
[34] Jorge Basadre. Historia de la República del Perú. Lima: Universitaria, 1968-1970, IX, 9-11. <<
[35] La bibliografía de y sobre Clorinda Matto aparece al final del volumen de Biblioteca Ayacucho. <<
[36] Sobre el enfrentamiento entre Palma y González Prada puede leerse: Luis Alberto Sánchez. Nuestras vidas son los ríos. Historia y leyenda de los González Prada. Lima: San Marcos, 1977; y Bruno Podestá. «Ricardo Palma y Manuel González Prada: historia de una enemistad», en Revista Iberoamericana, XXXVIII, 78, Pittsburgh, enero-marzo 1972. <<
[37] He trabajado el tema en mi libro La formación de la tradición literaria en el Perú. Lima: CEP, 1989. La más sagaz interpretación sigue siendo la de José Carlos Mariátegui. 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana. Lima: Amauta, 1928. <<
[38] Sobre el pensamiento de González Prada, cf. Augusto Salazar Bondy. Historia de las ideas en el Perú contemporáneo. Lima: Moncloa, 1965; Eugenio Chang Rodríguez. La literatura política de González Prada, Mariátegui y Haya de la Torre. México: de Andrea, 1957; Hugo García Salvatecci. El pensamiento de González Prada. Lima: Arica, s/f. <<
[39] En «Nuestros indios», que solo aparece en la segunda ed. de Horas de lucha. Callao: Luz, 1924, pero con fecha en 1904. <<
[40] «Discurso en el Politeama», en Pájinas libres. Madrid: Pueyó, s/f, 78. (Énfasis nuestro). <<
[41] Cf. mi estudio «Aves sin nido: indios, notables y forasteros» en La novela peruana: siete estudios. Lima: Horizonte, 1977; 2.ª ed. ampliada con el título de La novela peruana. Lima: Horizonte, 1989. <<
[42] La frase se lee en el «Discurso en el Politeama», ya citado, y aparece en el título de la breve novela de José T. Itolararres (seudónimo de José Torres y Lara). La trinidad del indio. Lima: Bolognesi, 1885. <<
[43] Precisiones importantes sobre esta materia se encuentran en el libro de Efraín Kristal. The Andes Viewed from the City. Literary and Political Discourse on the Indian in Perú, 1848-1930. New York: Peter Lang, 1987. <<
[44] He trabajado esta categoría en varios estudios recopilados en Sobre literatura y crítica latinoamericanas. Caracas: Universidad Central de Venezuela, 1982. <<
[45] Empleo muy libremente la categoría trabajada por Frederic Jameson, «Third World in the Era of Multinational Capitalism», en Social Texts, 15, New York, Fall 1986, inteligentemente discutida por Aijaz Ahmad en «Jameson’s Rhetoric of Otherness and the’National Allegory», en el N.º 17 de la misma revista. Agradezco a la profesora Doris Sommer el haberme hecho conocer los originales de los estudios que está realizando alrededor de este problema. Cf. su libro One Master for Another: Populism as Patriarchal Rhetoric in Dominican Novels. Lanham: UPA, 1984. <<
[46]Op. cit., 78. <<
[47] He estudiado el tema en «Matalaché: las muchas formas de la esclavitud» en La novela peruana, Op. cit. también, Tomás G. Escajadillo. La narrativa de López Albújar. Lima: CONUP, 1972. <<
[48] Es singularmente esclarecedor al respecto el ensayo de Mercedes Cabello de Carbonera. La novela moderna. Lima: Hora del Hombre, 1948, cuya primera edición data de 1892. <<
[49] De allí su devoción, explícita en la novela, por el programa del presidente Pardo que insistía en las virtudes de la «instrucción popular». Cf. Jorge Basadre. Op. cit., Tms. VI y VII. <<
[1] Aguijada o garrocha de caña. <<
[2] Modismo de coyunda: soga con que uncen los bueyes al yugo. <<
[3] Bolsón tejido de lana, que los indios penden del cinturón para guardar la coca. <<
[4] Estimulante, preparado con lejía y salitre que los indios mascan con la coca. <<
[5] Diminutivo de pollera: saya o falda corta. <<
[6] Modismo quechisado, diminutivo de señora. <<
[7] Aperos o herramientas. <<
[8] «Mi niña», aplicado a señoritas de clase alta. <<
[9] Párroco: tata o taita se emplean como tratamiento de respeto. <<
[10] Servicio gratuito y forzoso de las mujeres en la casa del párroco y las autoridades. En Perú y Bolivia se practica la mita o mitani de trabajos forzados en la mina desde la época precolombina. Se mantiene a lo largo de la Colonia, hasta su abolición por el real decreto de 1720. <<
[11] Palabra derivada del quechua. Rumiante andino, variedad más pequeña que la vicuña y la llama: su pelo largo y fino, de color avellana, se emplea en tejidos: animal de carga. <<
[12] Voz quechua. Camélido de los Andes: tiene sobre un metro de alzada, cuello largo erecto, patas delgadas, cola corta y cuerpo cubierto de lana. Domesticado, sirve como animal de carga. Su carne es comestible. <<
[13] En Perú es una vianda preparada con maíz, calabazo, patatas, queso y camarones secos. Las recetas varían, según los países. <<
[14] Alimento de maíz desgranado, cocido con sal. <<
[15] Palos para apoyar. <<
[16] Árbol pequeño de Flores rojizas. Los indios hacían con sus semillas una pasta roja, para teñir y pintarse los cuerpos. <<
[17] Nombre vulgar peruano de una planta silvestre; sus flores amarillas se emplean para teñir telas. <<
[18] Nombre de las cactáceas de los géneros nopalea y opuntia. La autora la identifica con la penca, citada en el parlamento anterior. <<
[19] Exclamación, ¡ay!, ¡ay! <<
[20] Frazada, manta gruesa. <<
[21] Cigarro ordinario de papel blanco y grueso. <<
[22] Prendedores de mango en forma de cuchara. <<
[23] Criado indio: sirviente forzoso y gratuito de la casa parroquial y autoridades. <<
[24] Nombre de dos localidades. <<
[25] Viracocha: Dios de los incas, hijo del sol. Nombre que los indios dieron a los españoles de la Conquista. La autora lo emplea con el significado de caballero. <<
[26] Pueblo peruano, con fábrica de casimires. <<
[27] Lana de la alpaca. <<
[28] Masas de maíz con manteca y trozos de carne, en diversas formas y guisos. <<
[29] Diminutivo de Sebastián. <<
[30] Denominación del aguardiente. La autora emplea con el mismo significado: «puro», «traguito» y «gorrito». <<
[31] Natural del pueblo de Quiquijana. <<
[32] Baile popular, de pañuelo, al son de la guitarra y la caja. <<
[33] Palabra quechua que significa «ladrón». <<
[34] Darles muerte. <<
[35] Catre antiguo de madera. <<
[36] José Antonio Pezet, presidente del Perú, que fue derrocado en 1865 por Mariano Ignacio Prado, quien implantó la dictadura y, aliado con Chile, Ecuador y Bolivia, declaró la guerra a España, resuelta con el bombardeo de Callao por la escuadra española mandada por Méndez Núñez. <<
[37] Nicolás de Piérola, dictador del Perú durante la guerra con Chile. <<
[38] Planta anual, de hojas comestibles; sus menudas semillas se comen en la sopa, como arroz, sirven para preparar un tipo de chicha. <<
[39] Pez del lago Titicaca, con pocas espinas y carne delicada. <<
[40] Bastón de madera de lloqque, fuerte y flexible. <<
[41] Prestaciones de trabajo forzoso de los indios. <<
[42] Con cicatrices en la cara. <<
[43] Danzantes. <<
[44] Ahora. <<
[45] Mareado. <<
[46] Mi compadre, caballero. <<
[47] Desuellen. <<
[48] Mensajero, emisario. <<
[49] Árbol de hasta diez metros, de tronco torcido y corteza rugosa: se llama también pimentero falso y aguaribay. <<
[50] Juez de paz. <<
[51] Le he comido. <<
[52] Variante de zupay: nombre que se da al diablo en leyendas y fábulas populares. <<
[53] Trastorno que se siente a grandes alturas de la Cordillera, a consecuencia de la rarificación del aire. <<
[54] Nostalgia. <<
[55] Carlos Augusto Salaverry (1830-1891), poeta y dramaturgo peruano. Su poesía, de factura irregular, está llena de resonancias románticas. <<
[56] Ricardo Palma (1833-1919). Sus seis series de Tradiciones peruanas (1872-83) ofrecen un amplio corpus narrativo, basado en situaciones históricas y legendarias de la Lima colonial y contemporánea. <<
[57] Bebida de vino y chicha. <<
[58] Flauta de caña de cinco agujeros, en Perú, Bolivia y el norte argentino, para acompañar el canto y el baile. <<