Fafhrd y el Ratonero son dos pícaros redomados, aunque a ambos les sobra humanidad y tienen por lo menos una lasca diamantina del espíritu de la auténtica aventura. Beben, son entusiastas de los banquetes, frecuentan a las mozas de vida alegre, arman pendencias, roban, juegan y seguramente alquilan sus espadas a poderosos que, en el mejor de los casos, sólo son un ápice mejor que los villanos. Tengo la impresión (y de esto podría extraerse alguna consecuencia) que Fafhrd y el Ratonero Gris están casi en el extremo opuesto a los héroes de Tolkien. Mi material es por lo menos tan fantástico como el suyo, pero es una clase de fantasía más terrena, con un fuerte aderezo de «fantasía negra», o de humor negro, por usar la expresión actual que antiguamente los ingleses llamaban «humor de la horca». Aunque con su vitalidad, sus apetitos y sus cálidos afectos e imaginación, Fafhrd y el Ratonero no tienen nada de héroes «enfermos».
Uno de los motivos iniciales para la creación de personajes como Fafhrd y el Ratonero Gris fue el deseo de concebir una pareja de héroes fantásticos más próximos a la verdadera estatura humana que superhombres de Conan, Tarzán y tantos otros. En cierto modo son una mezcla de Cabelly Eddison, si hemos de buscar antepasados literarios. Fafhrd y el Ratonero tienen un toque del cinismo y el antirromanticismo de Jurgen, pero siguen adelante con sus audaces aventuras…, echan de nuevo los dados, jugando con el destino y la muerte. Si bien los personajes de The Worm Ouroboros con los que tienen más afinidad son Corund y Gro, no creo que sean tan malévolos como ese par, sino que más bien son pícaros en un mundo decadente, donde uno tiene que ser un atrevido para sobrevivir. Tal vez, en el campo de las leyendas, Robin Hood esté más próximo a ellos, aunque desde luego, serían dos Robin Hood pertenecientes a la clase de los lobos solitarios…
FRITZ LEIBER, 1974