A menudo se pregunta a los autores: «¿En qué se inspiró para escribir el libro?».
Mi respuesta habitual es que la inspiración no cuenta mucho. Para mí, el juego se llama sudar: cada historia es como una casa que debo construir ladrillo a ladrillo.
Safari sangriento, sin embargo, es la excepción hasta cierto punto.
Quiso la fortuna que visitara el centro de rehabilitación de animales Moholoholo, al pie de la montaña Mariepskop, en la provincia de Limpopo. Estuve tres veces en doce meses, mientras escribía El pico del Diablo hace unos años. Dos de las visitas las hice en moto y no tenían nada que ver con la búsqueda de documentación de un escritor. Pero cada vez que escuché las presentaciones de Brian Jones y su personal, me sentí inspirado por su dedicación, entusiasmo y sacrificio, en especial por el increíble trabajo que llevan a cabo con los buitres.
Por esta razón, y por el hecho de que su lucha se convirtió en el primer ladrillo de la casa de esta historia, quiero expresarles mi más profunda gratitud. También quiero animar a los lectores a entrar en su página web e, incluso, a visitarlo personalmente. O, todavía mejor, a que contribuyan económicamente para ayudar a salvar a nuestros buitres africanos.
Así que no puedo negar que el Mogale Centre del libro está basado en la geografía, el espíritu y la estructura del Moholoholo real. Pero es aquí donde termina cualquier parecido. Todos los personajes de Safari sangriento son ficticios, y en absoluto están basados en ningún ser humano vivo, incluida la buena gente de Moholoholo.
También estoy en deuda con las siguientes personas: Tom Dreyer, por permitirme citar su excelente novela Equatoria, Keith y Colleen Begg, los renombrados investigadores de la vida salvaje, por el permiso para citar su artículo sobre el ratel o tejón melero en Africa Geographic (febrero de 2005), Sarah Borchert, editora de Africa Geographic (sin ninguna duda una de mis revistas favoritas), al personal de archivo del periódico Die Burger, a la capitana Elmarie Engelbrecht de la Unidad de Investigación Psicológica de la policía de Sudáfrica, en Pretoria, a mi agente Isobel Dixon y sus colegas en Blake Friedmann en Londres. Y a mi esposa Anita, nuestros hijos, Lida, Liam, Johan y Konstanz, y al ATKV, por el apoyo financiero al trabajo de documentación.
Asimismo quiero dar gracias a estas fuentes:
The Long Summer, Brian Fagan, Granta Books, 2004. (El largo verano, Gedisa, 2007).
Guns, Germs and Steel, Jared Diamond, Vintage, 2005. (Armas, gérmenes y acero, Debate, 2004).
The Weather Makers, Tim Flannery, Penguin, 2005.
Birds of Prey, Peter Steyn, David Philip, 1989.
Roberts Birds of Southern Africa, 7.ª ed., Hockey, Dean and Ryan, fideicomisarios del John Voelcker Bird Book Fund, 2005.
Slange en Slangbyte in Suider-Afrika, Johan Marais, Struick, 1999.
Field Guide to Snakes and Other Reptiles of Southern Africa, Bill Branch, Struik, 1998.
Sappi Tree Spotting: Lowveld, Rina Grant y Val Thomas, Jacana.
Stormwind en Droogtes, Freek Swart, Litera, 2002.
Skukuza, David Tattersall, Tafelberg, 1972.
The Game Rangers, Jan Roderigues, 1992.
Mahlangeni, Kobie Krüger, Penguin, 2004.
Mashesha, Tony Pooley, Southern, 1992.
www.contrast.org/truth/html/samora_machel.html
www.koerantargiewe.media24.com