NO MENCIONABA LA AGUJA. Seguramente te habrás fijado en que no decía nada de eso.

¿Dices que has pasado a ver si todo va bien? Sí, vale. Y si hubiese abierto la puerta, habrías dicho: «Ah, ya que estoy aquí, Matt, podría ponerte la inyección».

No, gracias.

Hoy no, Denise Lovell. Estoy ocupado escribiendo, gracias.

Se quedó en la puerta una eternidad, esperando, llamando, esperando, toc toc toc. Pasaron por lo menos diez minutos, yo muy quieto para no hacer ningún ruido, hasta que por fin se dio por vencida y dejó la nota en el buzón.

De todos modos, tengo que tener cuidado. No estoy bien mentalmente y no es la primera vez que las cosas se me tuercen.

INDICIOS DE RECAÍDA

1. Voz: No.

2. Átomos: No.

3. No colaborar con el equipo de apoyo: Ups.

Sólo tengo uno de los tres síntomas

Fue idea de Jacob Greening que nos fuéramos de casa después del 2011 y alquilásemos un apartamento. Nuestro primer apartamento, dijo. Sería genial. A mí también me lo pareció. Era muy fácil imaginarnos a los dos juntos, para siempre.

¿Me estoy precipitando?

Lo primero era encontrar trabajo, pero no fue difícil porque nos daba lo mismo hacer cualquier cosa. Él encontró en el Kebab House 24 horas y poco después yo tuve una entrevista para trabajar como auxiliar en una residencia de ancianos. El director me preguntó si tenía experiencia y dije que sí, que había ayudado a cuidar de una persona inválida, así que entendía de escaras y Sudocrem y movilizaciones y cuidados bucales y baños en la cama y cuñas y catéteres y cambiar las sábanas sin levantar al enfermo y Fortisips y todas esas cosas, y que me gustaba.

El director sonrió y preguntó si me gustaría hacer el turno de noche.

Sí.

Es para volverse loca, dijo mamá. Es como hablar con una pared. Siguió hablando de sobresalientes, de ir a la universidad. De lo buenas que habían sido mis notas a pesar de lo poco que me había esforzado, a pesar de que me había negado a dejar de fumar esa PUÑETERA HIERBA.

Habló de mis capacidades.

Nunca he entendido qué tiene de especial desarrollar las capacidades. En la residencia de ancianos tuve que aprender cómo eran los residentes. Sabía más cosas de ellos que ellos mismos. Cada residente tenía una carpeta, que se guardaba en un cajón de la mesilla, al lado de su cama. En la cubierta interior había una nota pegada con celo, escrita por el residente. En realidad no la escribían los ancianos, porque la mitad de ellos estaban demasiado dementes para saber lo que era un bolígrafo. Simplemente se hacía como si la hubiesen escrito ellos, para que pareciese más personal.

Podía decir, por ejemplo:

HOLA, me llamo Sylvia Stevens. Prefiero que me llamen señora Stevens, por favor. He sido secretaria y estoy muy orgullosa de mis cinco nietos, que son una preciosidad. Necesito que me corten la comida, pero prefiero comer sola, así que, por favor, ten paciencia si ves que tardo mucho. Me gusta oír Radio 4 por las noches. Me ayuda a dormir.

O podía decir:

HOLA, me llamo Terry Archibald. He sido marino mercante e historiador. Incluso escribí un libro de historia que puedes encontrar en el despacho del director. Por favor, ten mucho cuidado si lo coges, porque quedan pocos ejemplares. A veces me pongo nervioso y puedo agredir si me siento amenazado, así que, por favor, no dejes de hablarme mientras me atiendes, para tranquilizarme. Mi mujer viene a verme los miércoles y los domingos.

O podía decir:

HOLA, me llamo William Roberts. Casi todos me llaman Bill. He cometido horribles delitos sexuales con niñas, incluidas mis dos hijas, pero no he tenido que enfrentarme a la justicia. Tienes que triturar mi comida, por favor, y darme de comer. Me dejan tomar un vaso de cerveza poco antes de acostarme.

O:

HOLA, me llamo tus capacidades, pero puedes llamarme imposible. Soy las oportunidades perdidas. Soy las expectativas que nunca se cumplieron. Me burlo de ti a todas horas, por mucho que te esfuerces, por más esperanzas que pongas. Por favor, ponme polvos de talco en el culo después de lavarme y ten presente que nuestra mierda huele exactamente igual.

No me hagas caso. Hoy estoy cabreado. ¿Quién se cree que es Denise Lovell para venir a mi casa con la intención de pillarme? ¿Por qué no me dejan en paz?

No me hagas caso.