los niños deben ir SIEMPRE acompañados de un adulto

En Bristol hay un puente famoso conocido como el Puente Colgante de Clifton. Es un sitio muy frecuentado por los suicidas. Incluso hay un cartel con el número de teléfono de los Samaritanos.

Cuando mamá dejó los estudios, antes de conocer a papá, trabajó archivando papeles en Rolls-Royce. No fue una etapa feliz, porque tenía un jefe horrible que le hacía sentirse idiota e inútil. Ella quería dejar el trabajo, pero no se atrevía a decírselo al abuelo, porque él quería que siguiera estudiando y sólo aceptó que dejara los estudios con la condición de que tuviera un trabajo.

Una tarde volvió a casa en su ciclomotor, pero pasó de largo.

—Seguí adelante —me contó. Estaba tumbada en el borde de mi cama, en camisón, y me había despertado a medianoche para acostarse conmigo. Lo hacía muchas veces—. No tenía ganas de vivir —susurró.

—¿Estás bien, mami?

No sabía que iba en dirección al puente colgante, pero era lo que quería. No se dio cuenta hasta que vio que no lo encontraba.

—Me sentía perdida.

—¿Llamo a papá?

—Vamos a dormir.

—¿Te quedas a dormir aquí esta noche?

—¿Me dejas?

—Claro.

—Me sentía perdida —susurró a la almohada—. Ni siquiera fui capaz de hacer eso bien.