A mi padre, que nunca invirtió en la Bolsa y que no sabía gran cosa sobre probabilidades y, sin embargo, entendió una de las lecciones básicas que éstas nos pueden enseñar. «La incertidumbre», solía decir, «es la única certeza que podemos tener, y la única seguridad posible se consigue sabiendo vivir con la inseguridad».