9) EPÍLOGO (O CASI)

En la actualidad, Europa concentra la mitad de las tarjetas EMV del mundo, con una implantación que llega al 85% del total de tarjetas bancarias en su área[73]. Uno de los motivos para su éxito ha sido la creación de la Zona Única de Pagos en Euros, o SEPA, donde EMV se ha convertido en un estándar de facto. España ha recuperado el terreno perdido a comienzos del siglo, y a comienzos de 2012 el 90% de las tarjetas y la totalidad de los cajeros automáticos había migrado al sistema del chip y el PIN[46].

Otras regiones están todavía en fase de transición. En la zona China/India/Japón, probablemente la más poblada y económicamente activa del mundo, sólo el 28% de las tarjetas son del tipo EMV. Entre los dos mundos se cuenta la zona de América (salvo EEUU), con un 48%. En cuanto a Estados Unidos, donde EMVCo no proporciona cifras, la implantación es más lenta. Los ciudadanos norteamericanos no parecen necesitar las nuevas tarjetas con chip. Sin embargo, también allí las principales entidades de tarjetas EMV tienen sus planes de implantación. Después de todo, ya tienen el sistema funcionando en Europa, así que aplicarlo en otros países les resultará a la larga más económico, por no hablar de más seguro.

Definitivamente, parece que el chip y el PIN han llegado para quedarse. Eso incrementará las presiones para que las especificaciones EMV sean actualizadas, cerrando las actuales vulnerabilidades y asegurando los futuros sistemas de pago online que puedan desarrollarse. La EMVCo está trabajando para actualizar los protocolos criptográficos de las tarjetas EMV. Los algoritmos de criptografía asimétrica RSA usados en la actualidad son fiables pero lentos y exigentes desde el punto de vista computacional, y por eso se está considerando la posibilidad de sustituirlos en el futuro por el sistema de Criptografía de Curva Elíptica, mucho más eficiente[74].

EMV es el sistema de seguridad para tarjetas bancarias más seguro de la historia. Lo que no significa que pueda dormirse en los laureles. Su uso masivo en cada vez más tipos de operaciones de pago hará que se ejerza una enorme presión sobre sus puntos débiles por parte de los grupos del crimen organizado. Ahora es allí donde está el dinero.