Nota

Hace algún tiempo, en Roma, una banda de ladrones desvalijó numerosos pisos con la técnica descrita en esta novela.

El resto, nombres de personas e instituciones, hechos, situaciones, ambientes y demás, es de mi invención y no guarda ninguna relación con la realidad.

Suponiendo que se deba considerar que la realidad está excluida de una novela.

La sonrisa de Angelica es el primer libro que publico con Sellerio después de la muerte de mi amiga Elvira.

Tras la lectura del original mecanografiado, Elvira me telefoneó para señalarme un error garrafal que había escapado a las diversas y atentas revisiones mías y de otros.

Lo recuerdo aquí con la única finalidad de contarles a ustedes y recordarme a mí mismo el cuidado, la atención y el afecto con que Elvira leía a sus autores.

A. C.