II.

Entonces su alma se partió en pedazos.

Y lloró las lágrimas del que había condenado a la Humanidad,

y liberó a la Humanidad de su sufrimiento;

lloró las lágrimas del que había destruido la Esperanza,

y renació en el yermo en el que la había arrojado;

lloró las lágrimas acumuladas durante milenios de tormento,

y el tormento fue consolado;

lloró el dolor de las generaciones perdidas,

y los perdidos fueron hallados;

lloró las lágrimas de las víctimas del Exterminio

hasta que sació su sed de paz;

lloró las lágrimas del que sabe que es el único responsable del horror,

y pudo perdonarse por aquel horror.

Lloró las lágrimas de un dios plutónico

y sus pensamientos ascendieron suavemente

a la noche del amanecer eterno,

cuando Eva le hizo el amor,

y cerró los ojos húmedos para entregarse a aquellos dulces recuerdos

mientras lentamente se apagaba Tertia M Alfa,

la última estrella del Universo.