[1] Fragua Social, 14 de noviembre de 1936. <<
[2] Ibíd. <<
[3] Esta es la cifra dada por un delegado de la Columna de Hierro en un Congreso de la CNT, referido en Fragua Social, 14 de noviembre de 1936; véase también a MARTÍN BLÁZQUEZ, I Helped to Build an Army, p. 296. <<
[4] Nosotros, 16 de febrero de 1937. <<
[5] Esto le fue confirmado al autor por un anarcosindicalista de Valencia, que había estado en contacto estrecho con miembros de la Columna. <<
[6] En una carta al autor, Federica Montseny, que fue miembro del Comité Nacional de la CNT, recalca esta fricción y declara que la CNT de Valencia pedía que la Columna debía purgarse de elementos indeseables. <<
[7] Esta información fue proporcionada al autor por un miembro bien informado de la CNT de Valencia. <<
[8] Para una crítica abierta de la CNT por el Comité de Guerra de la columna, véanse las páginas 277 y 278 de esta obra. <<
[9] «… durante nuestra estancia en Valencia —decía un manifiesto publicado por la Columna— observamos que mientras fracasaban gestiones para la compra de armamentos, por falta de metálico, en muchos establecimientos había gran cantidad de oro y de otros metales preciosos y esto fue lo que nos indujo a incautarnos del oro, la plata y el platino de algunas joyerías». Según aparece en Cultura Proletaria, 7 de noviembre de 1936. <<
[10] Vease la página 264 de esta obra. <<
[11] El decreto fue sometido al Gobierno por Largo Caballero y después de su aprobación, fue publicado en la Gaceta de la República el 31 de diciembre de 1936. Aunque su lenguaje era discreto, sus propósitos estaban claros. A este respecto merece citarse la siguiente declaración que Martín Blázquez, oficial del Ministerio de la Guerra, hizo al general Asensio, Subsecretario del Departamento, al sugerirle la adopción de tal medida: «Ahora propongo se decrete que los que se nieguen a transformarse de milicianos en soldados no cobrarán ninguna paga. Si damos a cada batallón un pagador que sólo pague a los soldados que obedecen órdenes, y si los pagados de cada brigada mixta están subordinados al comisario ordenador agregado a cada mando de brigada, es evidente que las brigadas y en consecuencia todo el ejército estarán organizados en seguida. Al mismo tiempo se terminará con abusos tales como los que tienen lugar en la Columna de Hierro, que apenas tiene tres mil hombres y recibe paga para seis mil todos los meses». Martín Blázquez en I Helped to Build an Army, p. 296. En relación con estos abusos, debe observarse que según información dada a Alberto Fernández Ballesteros, diputado a Cortes, socialista del ala izquierda, y Comisario-Inspector del frente del Sur, las fuerzas milicianas de la CNT-FAI de Málaga inflaron sus nóminas de tal manera que en una sola quincena consiguieron cuatrocientas mil pesetas más que la suma que les correspondía. Informe al Comisariado General de Guerra, fechado el 19 de febrero de 1937. Pero no debemos suponer por lo que antecede que el aumento en las nóminas estaba limitado a las milicias de la CNT-FAI, pues los comunistas que exageraban en gran manera el volumen del Quinto Regimiento (véase la nota 6 del capitulo 21), se entregaban a la misma práctica. Esto fue confirmado al autor por Rodolfo Llopis, subsecretario de Largo Caballero en la Presidencia del Consejo de Ministros. Respuesta al cuestionario. Véase también a Largo Caballero en La UGT y la guerra, pp. 10 y 11. <<
[12] Sólo el 22 de diciembre, noventa y seis hombres abandonaron el frente y fueron denunciados como desertores por el Comité de Guerra. Véase la declaración publicada en Nosotros, 2 de enero de 1937. <<
[13] Nosotros, 16 de febrero de 1937. <<
[14] Diario Oficial del Ministerio de la Guerra, tal como aparece en La Correspondencia de Valencia, 3 de marzo de 1937. <<
[15] Véase a MARTÍN BLÁZQUEZ, I Helped to Build an Army, p. 323. <<
[16] Sobre esto, Martín Blázquez, oficial del Ministerio de la Guerra que afirma haber inspirado el decreto, escribe: «… una parte de la Columna de Hierro anarquista, del frente de Teruel se rebeló contra la imposición de un decreto relativo a la organización financiera del Ejército. Sostenían que el Gobierno se estaba convirtiendo en un gobierno contrarrevolucionario y estaba organizando un ejército de mercenarios para privar al pueblo de sus conquistas de julio de 1936, cuando desaparecieron el ejército y las fuerzas de policía. Pedían que se pagara en bloque el dinero de toda columna, como antes, y se negaron a someterse ni a la organización de batallones ni a los nuevos convenios financieros». I Helped to Build an Army, p. 323.
Merece recordarse que, camino a la retaguardia, varias centurias de la columna se enredaron en una lucha armada entre los Guardias de Asalto y los anarquistas en el pueblo de Vilanesa. «… cuando el pequeño incidente estaba resuelto —decía un informe dictado unos días después por el Ministro de la Gobernación, Ángel Galarza, socialista del ala izquierda— la fuerza pública, que había cumplido serenamente con su deber, fue agredida, teniendo necesidad de ser reforzada y sin órdenes de los elementos responsables [de la CNT y FAI] hubo quienes desde determinada organización ordenaron una especie de movilización general que se produjo en unos cuantos pueblos de la provincia, tratando de cortar comunicaciones, de impedir el tránsito por las carreteras y la entrada en los pueblos de la fuerza pública». Publicado en El Pueblo, 13 de marzo de 1937. Para una relación sobre estos sucesos por el Comité Nacional de la CNT, véase el Boletín de Información y Orientación Orgánica del Comité Peninsular de la FAI, de 1 de mayo de 1937. Aunque ninguno de estos informes menciona el papel de la Columna de Hierro en los acontecimientos, sus miembros estuvieron, como todo el mundo lo sabía, entre los principales participantes, Después de una batalla que costó a ambos bandos cierto número de muertos y heridos, más de doscientos anarquistas fueron hechos prisioneros. Según Nosotros, 23 de marzo de 1937, noventa y dos de éstos eran miembro de la Columna de Hierro. <<
[17] Dictado en 6 de marzo de 1937; publicado en Nosotros, 9 de marzo de 1937. <<
[18] «Es preciso acabar con los restos de milicias de partidos y sindicatos y con las columnas autónomas, y crear un solo y único ejército», decía un manifiesto del Comité Central del Partido Comunista, publicado en Frente Rojo, 19 de marzo de 1937. <<
[19] 12, 13, 15, 16 y 17 de marzo de 1937. <<
[20] Véase Nosotros, 24 de marzo de 1937. <<
[21] Ibíd., 27 de marzo de 1937. <<