Agradecimientos

Me gustaría empezar por dar las gracias a Arma McFarlane (tan afectuosa como inteligente) y a Erin Clarke (por su previsión, amabilidad y por contar siempre con el consejo adecuado en el momento propicio). También quisiera expresar mi gratitud a Bri Tunnicliffe por aguantarme y por no perder la fe en las fechas de entrega de las correcciones.

Estoy en deuda con Trudy White por su cortesía y talento. Es un honor que su obra ilustre estas páginas.

Mil gracias a Melissa Nelson por hacer que un trabajo difícil pareciera fácil. Tomé nota.

Este libro tampoco habría sido posible sin Cate Paterson, Nikki Christer, Jo Jarrah, Anyez Lindop, Jane Novak, Fiona Inglis y Catherine Drayton. Gracias por poner vuestro valioso tiempo a mi disposición e invertirlo en esta historia. No encuentro palabras para expresar mi agradecimiento.

También desearía expresar mi gratitud al Museo Judío de Sidney, al Australian War Memorial, a Doris Seider del Museo Judío de Munich, a Andreus Heusler del Archivo Municipal de Munich y a Rebecca Biehler (por su información sobre el comportamiento estacional de los manzanos).

Mis sinceros agradecimientos a Dominica Zusak, Kinga Kovacs y Andrew Janson por sus estimulantes conversaciones y por su aguante.

Por último, mi gratitud incondicional a Lisa y Helmut Zusak por esas historias que tanto cuestan creer, por sus risas y por enseñarme el otro lado.