¿O qué mujer que tenga diez dracmas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa, y la busca cuidadosamente hasta encontrarla? Y cuando la en encuentra, reúne a las amigas y vecinas y les dice:

«Alegraos conmigo, que ya encontré la dracma que se me había Perdido».

LUCAS 15, 8-9