Con un movimiento perfecto de mano, Wicca trazó un círculo en el aire usando la daga. Dentro del círculo invisible dibujó la estrella de cinco puntas que los brujos llaman Pentagrama. El Pentagrama era el símbolo de los elementos que actuaban en el hombre y, a través de él, las mujeres tumbadas en el suelo entrarían ahora en contacto con el mundo de la luz.

—Cerrad los ojos —dijo Wicca.

Las tres mujeres obedecieron.

Wicca hizo los pasos rituales con la daga, en la cabeza de cada una de ellas.

—Ahora abrid los ojos de vuestras almas.