Wicca enseñó a Brida a bailar. Le dijo que tenía que mover el cuerpo de acuerdo con el ruido del mundo, la vibración siempre presente. No había ninguna técnica especial, bastaba con realizar cualquier movimiento que le pasase por la cabeza. Incluso así, Brida tardó un tiempo en acostumbrarse a actuar y danzar sin lógica.

—El Mago de Folk te enseñó sobre la Noche Oscura. En las dos Tradiciones que, en verdad, son una sola, la Noche Oscura es la única manera de crecer. Cuando uno se sumerge en el camino de la magia, el primer acto es entregarse a un poder mayor. Vamos a enfrentarnos con cosas que jamás podremos entender.

»Nada tendrá la lógica a la que estamos acostumbrados. Vamos a comprender cosas sólo con nuestro corazón y esto puede asustarnos un poco. El viaje parecerá, durante mucho tiempo, una noche oscura. Toda búsqueda es un acto de fe.

»Pero Dios, que es más difícil de entender que una Noche Oscura, aprecia nuestro acto de fe. Y toma nuestra mano y nos guía a través del Misterio.

Wicca hablaba del Mago sin ningún rencor ni pena. Brida estaba equivocada, ella nunca había tenido una relación amorosa con él; estaba escrito en sus ojos. Tal vez la irritación de aquel día hubiese sido únicamente a causa de la diferencia de los caminos. Brujos y magos eran vanidosos, y cada uno quería probar al otro que su búsqueda era más acertada.

De repente, se dio cuenta de lo que había pensado.

Wicca no estaba enamorada del Mago, a causa de sus ojos. Ya había visto películas que hablaban de este tema. Libros. Todo el mundo sabía reconocer los ojos de una persona enamorada.

«Sólo consigo entender las cosas simples después de que me enredo con las complicadas», pensó para sí. Quizá un día pudiese seguir la Tradición del Sol.