Al recibir Poseidón la isla Atlántida, estableció allí a sus descendientes, que había engendrado con una mujer mortal en algún lugar de la isla de tales características. Hacia el mar, justo en el medio de la isla, había una llanura de la que se dice que era verdaderamente la más bella de todas y muy excelente por sus cualidades; en ella, a su vez, había en el medio una montaña de poca altura en todas sus partes que distaba cincuenta estadios. En ella vivía uno de los hombres que habían nacido allí de la tierra, su nombre era Evenor, y vivía con su esposa Leucipe. Sólo tuvieron una hija, Clito. Cuando a la chica le llega ya la edad de tomar esposo, su madre y su padre mueren, y después de haberla deseado Poseidón, se une con ella; este separa con círculos la colina en la que vivían, y la deja bien cercada haciendo anillos alternos de agua y tierra, de mayor y menor tamaño, dos de tierra, tres de mar a partir del centro de la isla, teniendo todos la misma distancia por todas partes, de manera que era inaccesible para los hombres. Entonces todavía no existían los barcos ni la navegación. Como era un dios, él mismo arregló fácilmente la isla que estaba en el medio, llevó dos fuentes desde la tierra hasta la parte superior; una fluía caliente desde la fuente, y la otra, fría, y repartió suficiente comida variada de la tierra. Engendró cinco generaciones de gemelos varones y los crio; tras dividir toda la isla Atlántida en diez partes, asignó al que había nacido en primer lugar de los más viejos la casa materna y la zona que la rodea, la mayor y mejor, y a este lo nombró rey de los otros, a los otros, gobernadores, y dio a cada uno el gobierno de muchos hombres y el territorio de una gran región. A todos les puso un nombre, al mayor y rey, ese nombre a partir del cual toda la isla y el mar, llamado Atlántico, reciben su denominación, porque el primero en reinar se llamaba Atlas; al gemelo que nació después de este y que le había correspondido como parte suya el extremo de la isla cerca de las columnas de Heracles hasta la región llamada ahora en ese lugar Gadírica, lo llamó Eumelo en griego, pero en la lengua local Gadiro, el cual suministró probablemente el nombre a la región. A los que nacieron en segundo lugar los llamó Anferes a uno, y al otro, Evemo. De los nacidos en tercer lugar, al primero lo llamó Mneseo, y al otro Autóctono; de los cuartos, al primero Elasipo y Méstor al siguiente. De los quintos llamó al que nació en primer lugar Azaes y al otro Diáprepes. Todos ellos y sus descendientes vivieron aquí durante muchas generaciones gobernando muchas islas del océano, incluso como se dijo también antes, extendiendo su poder hasta esta zona interior, hasta Egipto y Tirrenia.

PLATÓN