Agradecimientos

No podría haber escrito esta novela sin la ayuda de cuatro libros excelentes sobre virus y enfermedades: Virus X, de Frank Ryan; Deadly Companions, de Dorothy H. Crawford; How Pathogenic Virases Work, de Lauren Sompayrac; y The Hot Zone, de Richard Preston. Todos ellos me ayudaron a concebir mi epidemia de ficción y sus consecuencias. También estoy en deuda con Jacqueline Houtman por compartir sus conocimientos sobre microbiología médica durante la primera etapa de la redacción. Cualquier error científico que contengan estas páginas no es suyo, sino mío.

Mi agradecimiento a Cyn Balog, Amanda Coppedge, Saundra Mitchell y Robin Prehn por sus valiosísimos comentarios sobre mi manuscrito. Gracias también a mi agente, Josh Adams, por encontrarle a la novela el hogar que necesitaba y por su entusiasmo constante y sus sabios consejos. Gracias a mi editora, Catherine Onder, por enamorarse de la historia que yo estaba escribiendo, al tiempo que encontraba formas de mejorarla. Gracias a todo el equipo de Hyperion por convertir este montón de palabras, puestas en una pantalla, en un libro de verdad, y por llevarlo hasta las manos de los lectores.

También quiero expresar todo mi cariño a Chris y a mi familia y amigos, tanto en la Red como fuera de esta, por su firme apoyo y por la confianza depositada en mí. Sin vosotros nunca habría llegado hasta aquí.