NOTA SOBRE ESTA EDICIÓN

En 1996, en su prestigiosa colección Bibliothèque de La Pléiade (Gide fue, por cierto, el primer autor que ingresó en vida), la editorial Gallimard publicó una nueva versión, por primera vez completa, del Journal, al cuidado de Éric Marty (primer volumen: 1887-1925) y Martine Sagaert (segundo volumen: 1926-1950).

De este modo —y es lástima, pero el rigor obliga—, el Diario no empieza ya con esa famosa página, sabiamente elegida por Gide como primera de la versión que publicó en vida, donde narra la visita, en compañía de Pierre Louÿs, a una buhardilla parisina que le hace soñar con su obra futura y recordar el grito de Rastignac dirigido a la capital francesa: «¡Ahora, tú y yo, cara a cara!» (otoño de 1889), sino dos años antes. Tampoco termina con las últimas líneas de esa especie de posdata titulada Ainsi soit-il (Así sea), que, por no pertenecer propiamente al Diario, Martine Sagaert ha decidido no incluir: «mi propia posición respecto del sol no debe hacerme encontrar la aurora menos bella», a la que precedían estas otras, tan típicas de Gide: «¡No! No puedo afirmar que con el fin de ese cuaderno, todo estará cerrado… Quizá tendré el deseo de añadir algo aún… En el último instante, de añadir algo aún».[22]

Los inéditos incluidos en la nueva edición (señalados con el signo al comienzo de cada uno de ellos y con el signo al final) incluyen principalmente anotaciones en que Gide narra o analiza emociones, deseos, relaciones o aventuras extramatrimoniales, casi siempre homosexuales excepto alguna entrada relativa a Élisabeth o a Catherine. Pero tratan también otros temas: cuestiones de dinero; entradas relativas a sus parientes, en particular cuñados y sobrinos; sus dudas políticas en 1941, cuando se deja seducir —aunque sea parcial y pasajeramente— por Pétain o por Hitler… Por otra parte, todas las anotaciones relativas a Madeleine, excluidas de la versión del Diario que Gide publicó en vida, fueron retomadas por éste —y ampliadas— en Et nunc manet in te; esta edición las devuelve a las fechas en que fueron escritas.

La edición que el lector tiene entre las manos es la primera propiamente española —publicada en España en lengua castellana— del Journal Según nuestras noticias hubo una edición argentina: una selección —cuya extensión ignoramos— publicada por Losada; no sabemos tampoco en qué año ni de qué traductor, pues no figura en los ficheros de la Biblioteca Nacional. Existe, por otra parte, una traducción catalana del diario íntegro de los años de la Primera Guerra Mundial, período elegido sin duda por ser una de las épocas cruciales de la vida de Gide (Diari 1914-1918, traducción de Joan Casas i Fuster, Edicions 62, Barcelona, 1993).

La selección que hemos hecho corresponde aproximadamente a un veinte por ciento del total. Hemos procurado hacerla con la mayor regularidad posible, es decir, que la proporción (de nuestra selección sobre el original) sea más o menos la misma en todas las épocas que cubre el Diario.

En cuanto a los criterios, hemos intentado ofrecer una muestra de los principales intereses de Gide, así como de su vida cotidiana, viajes y relaciones personales. Dentro de esa gama, hemos dado prioridad a aquellos temas que nos parecen de mayor interés intrínseco o en los cuales Gide ha dejado una huella más profunda (creación literaria, temas religiosos, políticos y morales, amor por Madeleine, amores o aventuras homosexuales, viajes…) en detrimento de otros, a los que Gide concedió gran importancia pero que nos parecen menos relevantes en sí (pasión por el piano, observación de los animales, comentarios de lecturas, relación con sus sobrinos…) o para el lector español (personajes secundarios de la vida cultural francesa, fundación de la N.R.F. …).

En el Journal, cada entrada (texto correspondiente a una determinada fecha) se divide en subentradas, separadas unas de otras por espacios en blanco. Hemos procurado conservarlas o suprimirlas íntegras. Si alguna vez eliminamos (por referirse a un tema o personaje que hemos suprimido en bloque de nuestra selección) un fragmento de dichas subentradas, lo señalamos mediante el signo […].

No hemos conservado los textos introductorios de Marty ni de Sagaert, pues ello habría supuesto añadir más de cien páginas a un volumen ya de por sí bastante extenso. Hemos prescindido igualmente de los apéndices, así como de las variantes del texto, que los editores recogen en forma de notas. Igualmente hemos eliminado o resumido la mayoría de las notas, muy abundantes y detalladas en la edición francesa. Cuando nos ha parecido que alguna información, que en el original se encuentra en nota, era indispensable a la comprensión del texto, la hemos incorporado al mismo entre corchetes. Excepcionalmente hemos añadido alguna nota o ampliado las de la edición original, para dar al lector español una información que el lector francés no necesita: sobre el baccalauréat, sobre Pierre Louÿs, sobre Colette… Las notas de la edición van numeradas; las del autor, muy escasas, se señalan con un asterisco. En la cuestión de las notas, siempre es difícil saber si pecamos por exceso o por defecto; perdónenos el lector en cualquiera de ambos casos.

Por último, quiero agradecer al Ministerio de Cultura francés —y al Servicio Cultural de la embajada francesa en Madrid, que hizo de intermediario— la concesión de una beca que me permitió pasar un mes en París documentándome para la traducción y el prólogo. También quiero dar las gracias a Marc Sagaert, del Instituto Francés de Barcelona, por haberme invitado a participar en el coloquio «André Gide et l’Espagne» que tuvo lugar en Barcelona el 17 y 18 de junio de 1997, así como a Martine Sagaert y a Pierre Masson, participantes en él, que me orientaron en el trabajo de investigación.

LAURA FREIXAS