[1] La esposa de Antonio. <<
[2] Octavio César tenía unos veinte años menos que Antonio, y en esta etapa histórica contaba alrededor de veintitrés. <<
[3] Es decir, lo más seguro es que Fulvia esté enojada. «Quizá» remite a seis versos más atrás, cuando se refiere a Fulvia. <<
[4] Las acotaciones que añaden aquí los editores oscilan entre «Se besan» o «Se abrazan» y algún gesto de Antonio refiriéndose a la vida de placer que lleva. <<
[5] Probable alusión a la secta llamada «de la vida inimitable», a la que pertenecían Antonio y Cleopatra. <<
[6] Léase irónicamente. Como se cuenta al comienzo de II.vii, la inundación del Nilo tenía efectos beneficiosos. <<
[7] Diosa egipcia de la fecundidad. <<
[8] Es decir, cuando no sopla el viento, y la tierra, al no airearse, no produce nada bueno; por lo tanto, es bueno que sintamos el viento de la crítica, pues, oyendo nuestras faltas, podemos extirparlas como el arado arranca la mala hierba. <<
[9] Alusión a dos creencias: (1) la de que la crin de caballo metida en agua se convertía en serpiente; (2) la de que una serpiente sólo era venenosa cuando había terminado de crecer. <<
[10] Es decir a Ostia, en la boca del Tíber, que servía de puerto a la antigua Roma. <<
[11] A Antonio se le asociaba con Hércules, y él mismo afirmaba descender de él. Plutarco dice que se le parecía y que le imitaba en el atuendo. <<
[12] En la carta que César ha entrado leyendo y que seguramente ya le ha entregado a Lépido o va a entregarle en este punto. <<
[13] Cleopatra, esposa nominal de su hermano mayor Tolomeo XIII y, a la muerte de éste, de su hermano menor Tolomeo XIV. <<
[14] La de algunos animales que, según Plutarco, hasta entonces nadie había comido. <<
[15] El jugo de esta planta, de propiedades narcóticas. <<
[16] Alusión a los amores adúlteros de Marte, dios de la guerra, con Venus, diosa del amor y esposa de Vulcano, con quienes se asocia a Antonio y a Cleopatra en esta obra. <<
[17] Los que cocinan para los epicúreos, entregados a los placeres de la mesa. <<
[18] En la mitología griega, el río de los infiernos cuyas aguas causaban el olvido a quienes las bebían. <<
[19] Véase nota 13. <<
[20] Es decir, no tendría la cortesía de presentarme ante él afeitado y aseado. O, como también se ha interpretado: no me afeitaría para darle la oportunidad de que me tirase de la barba (lo que en la época de Shakespeare equivalía a retar a una pelea). <<
[21] Véase al respecto I.ii. <<
[22] Ambiguo: Antonio puede estar lamentando el no haber combatido ya, el no haber pactado antes con Octavio o incluso el no haber negociado aún con Pompeyo. <<
[23] El río de Tarso (capital de la antigua provincia romana de Cilicia, en la actual Turquía) por el que navegó la galera de Cleopatra cuando ella fue a conocer a Antonio. <<
[24] Como a los gallos, a las codornices también se las adiestraba para pelear. El detalle lo toma Shakespeare de Plutarco. <<
[25] Seguramente el anacronismo más gracioso de Shakespeare. Parece que el autor tomó la idea de la obra The Blind Beggar of Alexandria [El mendigo ciego de Alejandría], de su contemporáneo George Chapman, en la que damas egipcias juegan al billar. <<
[26] Cleopatra alude aquí al efecto de las anamorfosis: Antonio es como esas pinturas que ofrecen una imagen distinta según desde donde se mire. La Gorgona es la mitológica Medusa, de aspecto horrible y mirada tan penetrante que convertía a los hombres en piedra. <<
[27] Sobre estas referencias al pasado véase Introducción. <<
[28] De la que, según Plutarco, se apropió Antonio. <<
[29] Como seguidor de Epicuro, entregado a los placeres (véase nota 17) y, por tanto, difícil de contentar, pero también no creyente en el más allá ni en la transmigración, a la que acaba de aludirse. <<
[30] Se daba el título de «emperador» (imperator) a los generales victoriosos. El término no tomó el sentido de «jefe del Estado» hasta el gobierno de Octavio César (Augusto). Véase al respecto Introducción. <<
[31] Véase nota 18. <<
[32] La caballería de Partia (antiguo reino asiático al sur del mar Caspio) atacaba arrojando lanzas al enemigo y entonces se retiraba lanzándole flechas. <<
[33] El rico Marco Craso, triunviro con Julio César y Pompeyo, emprendió una campaña militar contra los partos en la que fue traicioneramente asesinado. Ya muerto, el rey Orodes le vertió en la boca oro fundido, como castigo al que en vida codiciaba tanto oro (un castigo con el que Cleopatra amenaza al mensajero en II.v). <<
[34] Anemia propia de las muchachas, que se manifiesta, entre otras cosas, en una palidez verdosa y que se atribuía especialmente a las enamoradas. Lépido tendría esa palidez después de la borrachera de la fiesta, pero, en el contexto de los versos, Enobarbo adjudica jocosamente los síntomas de Lépido a su amor por Octavio y Antonio. <<
[35] En latín lepidus significaba fino, gracioso, elegante. <<
[36] Es decir, único en su especie. Los antiguos creían que del ave fénix sólo había un ejemplar que, después de morir, renacía de sus cenizas. <<
[37] Porque una frente baja se consideraba poco atractiva y denotaba estupidez (recuérdese nuestro modismo «no tener dos dedos de frente»). <<
[38] Las patadas de Antonio a los juncos de su jardín las daría aquí el actor a los juncos que se esparcían en el suelo del teatro a modo de alfombra. <<
[39] En su Vida de Octavio, Plutarco cuenta que Titio dio muerte a Pompeyo por orden de su jefe Marco Antonio. Quizá para ennoblecer a Antonio frente a Octavio, Shakespeare omite el detalle de la orden de Antonio y, en cambio, le hace indignarse por lo que presenta como decisión de su oficial. <<
[40] Se decía que Cesarión era hijo de Julio César y Cleopatra. Octavio era hijo adoptivo de Julio César. Véase Introducción. <<
[41] La puntuación del texto original de 1623 (véase Nota preliminar) no aclara si «un eunuco» es o no aposición de Plotino. En la referencia original de Plutarco queda claro que el eunuco es Mardión, pero, como se ha observado, el problema es que Plotino también era un eunuco. <<
[42] Sobre este título recuérdese lo dicho en la nota 30. <<
[43] Una de las nereidas y, por tanto, divinidad marina. <<
[44] Que lleva la espada en la vaina como adorno. <<
[45] Como observa Wilders en su edición, Shakespeare hace que, al denigrar a Octavio, Antonio exagere sus méritos personales. Según cuentan las historias y el propio Shakespeare en su Julio César, ni Antonio mató a Casio ni a Bruto, que se suicidaron, ni Bruto mostró síntomas de locura. <<
[46] Es decir, al tutor de sus hijos, a quien vemos a continuación haciendo de emisario. <<
[47] Es decir, Julio César. Véase nota 40. <<
[48] El monte de Basán es mencionado en la Biblia varias veces. En los Salmos (22, 12) leemos: «Me han rodeado muchos toros; / Fuertes toros de Basán me han cercado. / Abrieron sobre mí su boca / Como león rapaz y rugiente.» (Traducción de Casiodoro de Reina, revisada por Cipriano de Valera y otros.) Al compararse con los toros de Basán, parece que Antonio se ve a sí mismo como un cornudo. <<
[49] Según la astronomía tolemaica, cada estrella o planeta giraba alrededor de la Tierra llevado en una esfera envolvente de la que era inseparable. <<
[50] Véase nota 40. <<
[51] Véase nota 11. <<
[52] La llamada pax romana, que César Augusto estableció bajo el imperio. Se da la ironía histórica de que el nacimiento de Cristo y el «tiempo de la paz universal» sucedieron durante el mandato de César Augusto. Como observa Bevington, Octavio César reconoce aquí su propio mito histórico, como Antonio y Cleopatra crearán más tarde sus mitos ahistóricos. <<
[53] Éste es un buen ejemplo de las contradicciones en que puede incurrirse al dividir, en esta fase de la acción, el texto original de 1623 en actos y escenas (véase al respecto Introducción, y Nota preliminar). Teniendo en cuenta la salida de Agripa y demás soldados y la entrada de Antonio y Escaro, aquí se tendría que haber señalado una nueva escena, pero la inmensa mayoría de las ediciones modernas no lo hace. <<
[54] Si el criterio que se aplica tradicionalmente para la división escénica es la salida del escenario de los personajes que lo ocupan y la entrada de otros nuevos, la rápida reaparición de Antonio sugiere más bien que la acción aquí es continua. La edición de Michael Neill (Oxford) es rigurosa e innovadora al abrir una nueva escena al comienzo de IV.vii (véase nota anterior), pero no lo es al mantener la división escénica en este punto. <<
[55] El triunfo era la ceremonia o procesión en la que el vencedor entraba solemnemente en Roma exhibiendo a sus enemigos derrotados. Al matar a Cleopatra, Antonio impediría que Octavio desfilase en su triunfo exhibiéndola viva. <<
[56] Hércules mató al centauro Neso con una flecha envenenada por intentar violar a su esposa Deyanira. Antes de morir, el centauro aconsejó a Deyanira que empapase la túnica de Hércules en su sangre envenenada, haciéndole creer que obraría como un hechizo amoroso si algún día su esposo le era infiel. Cuando Hércules se la puso, le quemó causándole la muerte. En su agonía, Hércules lanzó al mar a su heraldo Licas. <<
[57] La alusión es más bien a Áyax, hijo de Telamón, y uno de los héroes griegos de la guerra de Troya. Áyax enloqueció y después se mató cuando el escudo de Aquiles le fue concedido a Ulises, y no a él, como esperaba. <<
[58] La diosa Diana envió un gran jabalí contra Calidón, ciudad de Tesalia (este de Grecia), porque su rey no le ofrendó los debidos sacrificios. <<
[59] El panteón que Cleopatra se había hecho construir. <<
[60] Cleopatra y sus damas aparecerían en el balcón o «escenario superior» del teatro isabelino, situado en la pared del fondo. <<
[61] Se supone que Diomedes ha entrado en escena por una de las dos puertas situadas en la pared del fondo del teatro isabelino y que Antonio entrará por la otra puerta. Como está hablando con Diomedes, Cleopatra tendrá que mirar hacia el otro lado, es decir, hacia la otra puerta, para poder ver a Antonio. <<
[62] Véase nota 49. <<
[63] Teniendo en cuenta la estructura del escenario isabelino (véanse notas 60 y 61), pudo haber varias maneras de «subir» a Antonio hasta el «escenario superior», donde ahora están Cleopatra y sus damas. Probablemente sería izado con cuerdas por las mujeres: al parecer, el teatro disponía de poleas con contrapeso o bien de tornos o manivelas detrás del escenario en los que se enrrollarían las cuerdas. La edición de Bevington incluye dos dibujos ilustrativos al respecto (pág. 45). La de Spevack, un resumen de las diversas hipótesis (págs. 781-787, especialmente 785-787). <<
[64] Algunas ediciones modernas recogen una observación documentada de J. H. Walter en el sentido de que Cleopatra se refiere aquí a la hysterica passio, que afectaría a las mujeres en estado de excitación y entre cuyos síntomas estaría el desmayo. <<
[65] Es decir, los que en la época de Shakespeare morían más fácilmente y en más alto número. <<
[66] Alusión a la doctrina pitagórica de los sonidos armoniosos que los seres humanos no podían oír, creados por el movimiento de las esferas planetarias (véase nota 49). <<
[67] La esposa de Octavio César. <<
[68] En la antigua Roma, asistentes que acompañaban a los magistrados y hacían cumplir las sentencias. Como se ha observado, parece que Shakespeare los asocia con los beadles (alguaciles) de su época que se encargaban de las prostitutas. <<
[69] El río donde conoció a Antonio. Véase II.ii, y nota 23. <<
[70] Como explican algunos editores, el rústico invierte embrolladamente el orden esperado de «la mitad» y «todo» y se hace eco de los sermones sobre la salvación por la fe y no sólo por las buenas obras. <<
[71] Tierra y agua, los elementos menos nobles. <<
[72] Ni Plutarco ni Shakespeare explican de qué muere Eira. Según algunos comentaristas, Eira se ha aplicado el áspid antes que Cleopatra; según otros, muere de la pena, como por lo visto Enobarbo (en IV.ix). <<
[73] Es decir, Venus, con quien, como hemos visto, se asocia a Cleopatra. <<
[74] Carmia se hace eco de lo que le dijo Cleopatra antes de entrar el rústico: «… al final de esta labor, podrás jugar / hasta el día del juicio.» <<