NOTA PRELIMINAR

El original inglés de ANTONIO Y CLEOPATRA se publicó por vez primera en 1623 con el título de The Tragedie of Antonie, and Cleopatra en el llamado «primer infolio de Shakespeare». Al parecer se imprimió a partir del propio manuscrito de Shakespeare y presenta una serie de escollos textuales aún no resueltos, que podrían deberse a imperfecciones del manuscrito o a la incorrecta lectura de éste en la imprenta. No hay en el original división en actos y escenas: la que suele encontrarse en ediciones inglesas al uso (cinco actos y cuarenta y dos escenas) se introdujo a partir del siglo XVIII y, en opinión de bastantes críticos contemporáneos, ha reforzado la idea de que a la pieza le falta la unidad o la estructura trabada de obras como Otelo o Macbeth.

No nos han llegado referencias de representaciones de la obra en vida de Shakespeare. Tuvo que escribirse antes del 20 de mayo de 1608, fecha en que fue inscrita en el Registro de Libreros londinense, y seguramente después de 1606, es decir, después de las últimas «grandes tragedias» del autor (El rey Lear y Macbeth). Pudo representarse en el Globe, en el más exclusivo de Blackfriars, o quizá sólo en Palacio, ya que en esos años la compañía de Shakespeare (los King’s Men) era la del Rey.

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La presente traducción se basa principalmente en el texto del infolio, pero acepta lecturas y enmiendas de ediciones posteriores (véanse las ediciones utilizadas en la Bibliografía selecta). La disposición del texto traducido intenta sugerir la sencillez del original. Se añaden muy pocas acotaciones (que aparecen entre corchetes), todas ellas de uso común en las ediciones inglesas modernas (que suelen incorporar bastantes más) y avaladas por el contexto o la tradición teatral. El punto y raya que a veces aparece en el diálogo intenta aclarar, sin necesidad de incorporar más acotaciones, lo que generalmente es un cambio de interlocutor.

Por utilidad referencial se emplea la división escénica, pero no se la destaca tipográficamente ni se dejan grandes huecos entre escenas y, al igual que en las ediciones de la época, se omite la localización. En efecto, el espacio escénico del teatro de Shakespeare era abierto y carecía de la escenografía realista de épocas posteriores. El «lugar» de la acción venía indicado o sugerido por el texto y el actor, y, al parecer, la obra se representaba sin interrupción. Como se ha insistido antes, todas estas consideraciones son aún de mayor aplicación a una obra de las características de ANTONIO Y CLEOPATRA.

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Como mis otras traducciones de Shakespeare para Espasa Calpe, esta versión de ANTONIO Y CLEOPATRA aspira a ser fiel a la naturaleza dramática de la obra, a la lengua del autor y al idioma del lector[11]. Siguiendo el original, distingo el medio expresivo (prosa, verso y rimas ocasionales) y trato de reproducir el estilo característico de la obra. Como queda explicado en la Introducción, la lengua de ANTONIO Y CLEOPATRA es tan rica en recursos que sería prolijo dar cuenta de todos ellos en las notas a pie de página. En cuanto al verso suelto no rimado del original, lo pongo en verso libre por parecerme el medio más idóneo, ya que permite trasladar el sentido sin desatender los recursos estilísticos ni prescindir de la andadura rítmica.

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No puede faltar mi agradecimiento a cuantos, de un modo u otro, me han ayudado a preparar esta edición, y en especial a Veronica Maher, Keith Gregor, Eloy Sánchez Rosillo, Pedro García Montalvo y Mariano de Paco. A todos ellos, mi gratitud más sincera.

Á.-L. P.