5

Ismael asintió, abandonando su papel de cazador-recolector.

—Así que vuestras vidas están ahora en vuestras manos, ¿no?

—Así es.

—Entonces, ¿qué es lo que os tiene a todos tan preocupados?

—¿Qué quieres decir?

—Si ahora tenéis vuestras vidas en vuestras manos, depende completamente de vosotros el saber si vais a seguir viviendo o si vais a extinguiros. Es un razonamiento lógico, ¿no?

—Sí, pero, obviamente, hay todavía algunas cosas que no están en nuestras manos. Nosotros no podríamos controlar ni sobrevivir a una catástrofe ecológica total.

—O sea, que no estáis aún a salvo. ¿Y cuándo lo estaréis, por fin?

—Cuando hayamos arrebatado todo el mundo a los dioses.

—Es decir, cuando todo el mundo esté en vuestras propias manos, que son unas manos más competentes, ¿no es eso?

—Así es. Entonces, los dioses dejarán por fin de tener poder sobre nosotros. Entonces los dioses ya no tendrán poder sobre nada. Todo el poder estará en nuestras manos y por fin seremos libres.