Este libro está dedicado a mamá, papá, mi hermano Bob y Victoria (sí, dedicado a la persona amada). Para Jacoba, Leonard y Lynn; para Sylvia, Boney Maroni y Peggy Sue, para Jeremiah, Jerry y Jack, Freeman y Nina, Gary, Allen, Lew y John, para Boots, Annie, Dick, Joe y todos los cats and kitties[1] del Tastee-Freeze una cálida noche de verano; para todos los músicos y bailarines y peregrinos de la fe, en memoria de Ed O’Conner y Darrel Gray, y a los enormes espíritus de Buddy Holly, Ritchie Valens y el Big Bopper, R.I.P.