A

W. B. SHUBRICK,

ESQUIRE DE LA MARINA DE LOS ESTADOS UNIDOS

le dedico este esbozo imperfecto y rápidamente trazado de algunas escenas de nuestra profesión.

Mi querido Shubrick, cuento más con su benevolencia que con el éxito de la realización.

Tal como es, sin embargo, este libro le es ofrecido como una nueva prueba de la estima y de la amistad sincera del autor.