HABÍAN HECHO el amor durante media noche. El fotomatón de tía Clara, pese a todo, seguía desdibujando la imagen de «su madre», de una de sus madres, que tenía el muchacho, y esto le acercaba a tía Algadefina, le quitaba culpabilidad. Habían hecho el amor, sí, toda la noche, o durante media noche, y ahora Jonás sabía que ella estaba muerta, se había despertado sin motivo, en la oscuridad de la hora, sólo humedecida por el azul del ventano, y al cogerle una mano a ella, había comprendido que tía Algadefina estaba muerta. No quiso encender la luz ni buscar sangre. Prefería estar así, a su lado, despierto y quieto, muerto también, pero pensante, como dos estatuas yacentes. El día le traería la verdad, y a lo mejor el día no llegaba nunca.

Jonás no sentía nada, no recordaba nada, no lloraba nada. Todo había ocurrido como tenía que ocurrir. Estuvo muchas horas, quién sabe cuántas, quieto y frío junto al frío cadáver. Con el sol blanco del amanecer giró lentamente la cabeza hacia la muerta, que estaba bellísima, pero era una desconocida. ¿Qué yo sale del yo cuando morimos? Afortunadamente, no había sangre. Un fallo del corazón, pensó Jonás.

Tenía que levantarse y avisar de aquella muerte. Hubiera seguido así toda la mañana, todo el día, toda la vida. ¿Y a quién avisar? Bisabuela Leonisa ni siquiera iba a saber quién de las mujeres de la familia había muerto. Después de los cien años, se vive efectivamente en la intemporalidad, ya que la muerte y la vida llegan muy amortiguadas al corazón (y por eso mismo el corazón no sufre y dura más).

¿Avisar a la Ino? Lo llenaría todo de llanto, planto y plebeyismo. Había que avisar directamente a los médicos, a los jueces, a los enterradores, emprender la negra burocracia de la muerte. Jonás se vistió y bajó al vestíbulo, donde ya, felizmente, no había militares borrachos durmiendo por los divanes. Sobre la mesa redonda con centro de flores, un papel azul, un continental que la Ino, tan madrugadora y silenciosa, habría dejado allí muy de mañana. Era de tía Clara:

MADRID 14 ABRIL 1931 STOP HOY SE HA PROCLAMADO EN MADRID Y TODA ESPAÑA LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA STOP LO SABRÁS EN SEGUIDA POR LOS PERIÓDICOS PERO HE QUERIDO QUE LO SEPAS POR MÍ MUCHOS BESOS FAMILIARES Y REPUBLICANOS. TÍA CLARA.

FIN