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No se suena nunca la nariz. Una manera de decir: lo nimio ausente del más grande.
Redondeada y madurada: redondeada por el torno del matrimonio consanguíneo y madurada en el invernadero de la seclusión de su raza.
Un arrozal cerca de Vercelli bajo un halo cremoso de verano. Las alas caídas del sombrero oscurecen su falsa sonrisa. Las sombras rayan su falsa cara sonriente manchada por la caliente luz cremosa, grises sombras de suero bajo la mandíbula, líneas de yemas amarillas en las cejas humedecidas, humor amarillo rancio acechando entre la blanda pulpa de los ojos.
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