Nota a la edición

Norbert Elias murió el 1 de agosto de 1990. No pudo seguir ni supervisar la realización del presente volumen. Pero todavía pudo aprobar mi propuesta de hacer un libro sobre Mozart (sin tener en cuenta al año Mozart 1991); el título lo formuló él mismo, lo cual es una prueba de que aceptaría la edición como obra suya. La noticia extendida por la prensa de que Elias trabajaba en este libro cuando le llegó la muerte es, naturalmente, una leyenda del tipo «las últimas palabras». De hecho, al contrario que en otros casos, nunca expresó la intención de volver a ocuparse de Mozart.

Los textos que se han impreso, de cuya selección y versión final soy responsable, surgieron en el marco de un proyecto de mayor envergadura que se reflejó, entre otras cosas, en el repetido anuncio de la publicación de un título Der bürgerliche Künstler in der höfischen Gesellschaft (El artista burgués en la sociedad cortesana), que había de ser el volumen 12 de edition Suhrkamp. Neue Folge, Elias trabajó en él por etapas alrededor de los años 80. En su archivo se ha conservado el siguiente material sobre esto:

  1. Manuscrito mecanografiado, sin título (clave: «Mozart»), de 81 páginas, en parte con correcciones y añadidos manuscritos, además de algunos pasajes en una primera versión y notas no desarrolladas. Con toda probabilidad este texto fue escrito en relación con la conferencia 5.
  2. Manuscrito mecanografiado, «Mozart en Viena» (clave: «Mozart Acto IV), 15 + 5 páginas, corregido a mano en algunos pasajes, en cualquier caso con algunas primeras versiones y notas no desarrolladas (véase también p. 156, nota 17). Este texto fue escrito supuestamente para el proyectado libro sobre Mozart.
  3. Manuscrito mecanografiado «El artista burgués en la sociedad cortesana, el caso de Mozart» (clave: «Artista»), 14 páginas; posiblemente creado para otra conferencia más extensa que no se encuentra en el archivo de Elias.
  4. Manuscrito mecanografiado «Proyecto» (presumiblemente para el 1.o y/o el 5.o), 6 páginas.
  5. Cinta magnetofónica de una conferencia (con debate) que se dio en Bielefeld con motivo de una invitación de la Facultad de Ciencias Literarias y Lingüísticas bajo el título: «Consideraciones [problemas] artístico-sociológicas de un genio: el caso Mozart». La fecha de esta conferencia no se ha podido determinar con seguridad en el momento de la edición, pero se podría establecer en los meses de otoño e invierno de 1978-1979.
  6. Cinta magnetofónica y transcripción de una conferencia improvisada que se emitió el 6 de marzo de 1983 por la cadena WDR III (publicada en una versión ligeramente retocada y abreviada en: «die tageszeitung», 4-VIII-90, p. 14).
  7. Diversas notas manuscritas y mecanografiadas.

El presente libro se ha compuesto con el mencionado material. Las tres partes corresponden esencialmente a los manuscritos 1, 2 y 4 (con dos notas del 7). El manuscrito 3, al compararlo con los otros documentos, contiene muchas repeticiones temáticas que no permitían una impresión tal como estaba. Sin embargo, algunos pasajes breves y otros más extensos aportaban ideas nuevas y han sido retomados en la parte titulada «Reflexiones sociológicas sobre Mozart», y también como notas. Asimismo se ha utilizado la conferencia 5 y algunos de los apuntes del legajo 7. En cambio, la conferencia 6 no ha aportado prácticamente ningún material nuevo. Todos los pasajes más extensos de los otros manuscritos se han introducido en el segundo y el tercer capítulo de las «Reflexiones» (véase puntos 3 al 13). La ampliación y la reorganización del manuscrito 1 también nos pareció aconsejable porque Elias se había acercado con mucha cautela a las principales tesis sociológicas de este tema.

En el primero de los textos aquí publicados, el editor es responsable de todos los títulos, la organización de los fragmentos, de los capítulos, los epígrafes y, en parte, de los párrafos. El manuscrito que el autor no había redactado para la impresión definitiva ha sido preparado para su publicación (integración cuidadosa y rigor en el seguimiento de los pensamientos, comprobación de datos, control y verificación de fuentes citadas, revisión estilística). Junto al material mencionado de otros manuscritos se ha añadido también algo de las primeras versiones y de las notas no desarrolladas, incluyendo un excurso interrumpido del manuscrito mecanografiado 2. El procedimiento seguido con el segundo texto fue muy parecido, también se ha reestructurado y a los epígrafes 3 y 4 se les ha añadido algunos pasajes de los apuntes no desarrollados, pero ha requerido menos trabajo de condensación. Sólo se han eliminado algunos pasajes para evitar redundancias respecto a la primera parte, siempre y cuando se pudiera hacer sin menoscabo del contexto. El Proyecto final, que transmite una idea de la posible disposición del libro tal como durante un tiempo se lo imaginó el autor, se ha abreviado ligeramente. Que los tres textos impresos giren en gran parte en tomo al mismo tema se ha aceptado como un mal menor, puesto que en cada caso varía el nivel de síntesis. Hasta aquí el informe del editor.

Quiero acabar con unas palabras personales: desde 1983 he publicado al año, de promedio, un volumen con casi siempre obras inéditas de Norbert Elias, ya fuera como editor, traductor o con una función menos formal. Este proyecto de edición con el que Elias se consagró como autor contemporáneo en Alemania se remonta a una iniciativa mía que he podido realizar gracias a la implicación personal y la inestimable ayuda de otros, especialmente de Friedhelm Herbort (Editorial Suhrkamp) y Hermann Korte (Universidad del Ruhr, Bochum). Título a título, he conseguido superar la terrible ambivalencia de Elias con respecto a la publicación. Sólo quien haya conocido alguna vez a este autor como lector, redactor o editor puede intuir cuánto tacto y energía tenaz, cuánto entusiasmo y cariño personal han sido necesarios en esta tarea.

Los volúmenes que así han llegado a la imprenta también han surgido en su esencia de una colaboración singular sobre la que quizás algún día me extenderé con mayor detalle. Paulatinamente se desarrolló un proceso en el que yo, como editor, tenía la misión de sacar de los manuscritos en bruto, de los fragmentos e incluso de los pensamientos aislados del autor, la forma de un texto fluido o de un libro acabado. Esta forma de comunidad exigía por mi parte una gran dosis de comprensión, capacidad de juzgar, fuerza de composición y empatía, y naturalmente también la renuncia a cualquier añadido conceptual o supresión y, allí donde parecía que se prestaba o que se deseaba, la disposición a sintonizar directamente. Por parte de Elias, esto implicaba sobre todo una singular confianza que creció al convencerse a través de numerosas pruebas en detalle de que yo estaba preparado para realizar un trabajo semejante a su gusto. Se podría resumir lo que sucedió diciendo que Elias delegó en mí una parte de su hiperestricta conciencia y de su comprobación de la realidad algo despreocupada. Yo personalmente me dejé utilizar de esta manera tan íntima (no sin resistencia) porque me había trazado el objetivo de rescatar para su lengua materna a un gran autor judío que todavía estaba en el exilio. Surgieron libros que eran totalmente de Elias, pero también «nuestros», tal como el autor lo expresó repetidamente. Todo esto no tiene nada que ver con la filología o la moral editorial corriente, más bien al contrario, con el proceso real de producción de libros en una urdimbre de hombres vivos. Norbert Elias se embarcó en este proceso conscientemente, y eso será siempre una de las experiencias más ricas de mi vida, porque este proceso se correspondía en su interior exactamente con su propia imagen del ser humano.

He trabajado en «Mozart» como si tras la muerte del autor no hubiera cambiado nada. Ahora pienso que se trató de un intento de negar la muerte del querido anciano. Pero posteriormente ha quedado claro que mi labor editorial hasta la fecha había ido unida a la relación personal y que no se puede transferir al trabajo de edición de los verdaderos escritos inéditos de su legado póstumo. Por ello habrá que encontrar ahora otro marco institucional y quizá también metodológico. La presente aportación a «La sociología de un genio», que habla de una forma tan conmovedora de la relación padre-hijo y del entrecruzamiento conflictivo de la necesidad de ambos de llenar su vida de sentido, es el epitafio que dedico a mi maestro y amigo venerado.

MICHAEL SCHÖTER

Berlín, 7 de marzo de 1991