* * *

16) Hoy no escribí nada. Eso no es grave.

9 de enero

* * *

17) Dimitri emitía sonidos quejumbrosos.

Anna sollozaba, con la cabeza hundida en la almohada.

Mania lloraba.

18)—¡Fedia! ¡Eh, Fedia!

—¿Qué pasa?

—¡Yo te voy a dar qué pasa!

—¿De qué se trata?

—¡Ah!, ¡hijo de puta! ¡Y tú aún preguntas de qué se trata!

—¿Pero qué quieres de mí?

—¿Habéis visto? ¿Qué quiero de él? Por esas palabras, cerdo, te voy a… ¡Te voy a mandar tan lejos que vas a aterrizar donde sabes!

—¿Dónde?

—En el orinal.

(Silencio).

—¡Fedia! ¡Eh, Fedia!

—Pero qué te pasa, ¿has perdido la razón?

—¡Ah! ¡Ah! ¡Repite lo que acabas de decir!

—No, no lo repetiré.

—¡Eres poco interesante! ¡Cada uno en su sitio!

¡Desde luego! ¡A pesar de todo!

23 de febrero 1937

20) Me atraganté con un hueso de cordero.

Me cogieron en brazos y me sacaron de la mesa.

Me puse a pensar.

Un ratón pasó por allí.

Tras el ratón corría Ivan con un bastón largo.

Una vieja curiosa miraba por la ventana.

Al pasar cerca de la vieja, Ivan le dio un bastonazo en la jeta.

Después del paseo entré en mi casa,

¡Dios mío!, exclamé de repente.

Cuatro días me he paseado,

los míos, ¿qué van a pensar?

En el campo de la vida hemos perecido Cualquier gracia no es más que quimera.

Nuestros sueños de felicidad se han callado

sólo nos queda la miseria.

3 de abril 1937

23) Poseer inteligencia y talento, es poca cosa. Hay que tener además energía, un interés real, un pensamiento puro y el sentido del deber.

24) Anoto aquí los acontecimientos del día de hoy porque son chocantes. Donde crea que un acontecimiento es chocante lo subrayaré.

1) Ayer, no hemos comido nada. 2) Esta mañana en la caja de ahorros, retiré 10 rublos, y dejé 5 a fin de no cerrar la cuenta. 3) Pasé por casa de Jitkov y le pedí prestados 60 rublos. 4) Regresé a casa e hice las compras por el camino. 5) El tiempo es soberbio, primaveral. 6) Con Marina, equipados de una bolsa con sandwiches y una cantimplora de vino tinto rebajado con agua, fuimos a la pagoda budista. 7) Ya de regreso, entramos en una tienda de ocasión y vimos allí un armonio Schiedmayer de dos teclados, una copia del de la Filarmonía. Precio: 900 rublos ¡Únicamente! ¡Pero hace una media hora, alguien lo ha comprado! En casa de Aleksandr, vi una soberbia pipa. 85 rublos. 8) Fuimos a casa de Jitkov. 9) Con Jitkov, dimos con quien había comprado el armonio y fuimos a la dirección: Levinski, calle Pesochnaia 31, apt. 46. 10) No conseguimos recomprarlo. 11) Pasamos la noche en casa de Jitkov.

4 de abril

25) Mucha ociosidad y holganza. Abre cada día este cuaderno y llena media página. Si no hay nada que escribir, entonces escribe al menos, según el consejo de Gógol, que hoy no tienes inspiración. Escribe siempre con interés, y considera la escritura como una fiesta.

11 de abril 1937

26) [Súbitamente, de manera inesperada, Fonariov se hizo rico. Tuvo de golpe la posibilidad de vestirse correctamente, de hacer arreglos en su casa, de amueblarla de caros objetos comprados en tiendas de ocasión, después de lo cual aún le quedaba, a pesar de todo, bastante dinero para comer cada día en una buena cantina vegetariana e ir por la noche a un buffet caucasiano, donde se quedaba hasta que echaban el cierre. Cuando Fonariov aún era pobre, tenía muchos amigos. Algunos días, Fonariov no tenía nada que comer. Por el contrario, ocurría también que Rubanov llegaba hambriento a casa de Fonariov. Y si tampoco había nada en casa de Fonariov, iban juntos a casa de Weitel, el cual les daba de comer. Si tampoco había nada en casa de Weitel, entonces iban los tres a casa de Minaev (familiar del célebre poeta Minaev). Pero Minaev casi nunca tenía dinero. Por el contrario, tenía la biblioteca que le había dejado su célebre pariente.]

27) Así comienza el hambre:

Por la mañana nos despertamos con ansia,

Después comienza la debilidad,

Y a ésta le sigue el tedio;

Entonces empezamos a perder

La fuerza y la rapidez mental;

Y pronto sobreviene la serenidad;

Y sólo a continuación comienza el horror.

28) Las ensoñaciones serán tu pérdida.

Tu interés por una vida austera

Como humo desaparecerá. Y entonces

El enviado celestial no descenderá a ti.

Se marchitarán, pasarán deseos y pasiones,

Y de la juventud la ardiente reflexión.

¡Deja, amigo mío! Deja esas ensoñaciones,

Y libera tu espíritu de la muerte.

4 de octubre 1937