El lector encontrará, repartidas por estas páginas, frases que he tomado prestadas de forma consciente a algunos autores, aunque sin pedirles su opinión. Quiero expresarles mis disculpas y mi agradecimiento.
«Alle verwunden, eine tödtet» («Todas hieren, la última mata») es un lema grabado en un reloj de carroza alemán del siglo XVII, fabricado por Benedik Fürstenfelder, relojero de Fridberg, que se puso a la venta en una sala de subastas francesa hace unos años.
«Contar es un remedio infalible» es una frase de Primo Levi, extraída de su relato «La sfida della molecola».
«¿No ha llegado la hora de las fábulas?» es una pregunta de André Dhôtel en La Chronique fabuleuse.
«He aprendido que los muertos nunca abandonan a lo vivos» es una cita casi literal de Fady Stephan, sacada de su hermoso libro Le Berceau du monde.
«Escribo en mi cabeza» es, si la memoria no me engaña, un comentario de Jean-Jacques Rousseau en Las confesiones.