A los siguientes les agradezco profundamente su apoyo, información, consejos, amistad e inspiración: Ai, John Barlow, Coates Bateman, Richard E. Bonney, Bradam, Mike y Sarah Brewer, Francine Brody, Joel Burns, Anne Carey y Anthony Bregman y Ted Hope, Neko Case, Meter I. Chang, The Cristians (Charise, Craig, Cameron, Caitlin), John Convertido, a mi padre, Charles Cullin, Elise D’Hane, John Dower, Carlol Edwards, Demetrios Efstratiou, Tood Field, Mary Gaitskill, Dr. Randy Garland, Howe and Sofie Gelb (www.giantsand.com), Ferry William, Jemma Gómez, El Colectivo del Abuelito, Tony Grisoni, Tom Harmsen, la Familia Haruta (cuya ayuda para la realización de este libro siempre serámuy apreciada), a la encantadora Kristin Hersh, Tony Hillerman, Robyn Hitchcock, Sue Hubbell, Michele Hutchison, Reiko Caigo, Patti Keating, Steve y Jesiah King, Roberto Koshikawa, Ocean Lam, Tom Lavoie, Patty LeMay y Paul Niehaus, Russell Leong, Werner Melzer, John Nichols, Kenzaburo Oe, Hikary Okuizumi, Dave Oliphant, a Los Parras (Chay, Mark, Callen), Hill Patterson, Chad y Jodi Piper, Kathy Portes, Andy Quan, Michael Richardson, Charlotte Roybal, Saito Sanki, Daniel Schacter, Marty y Judy Shepard, Meter Steinberg, Nan Talese, Kart Wagner y Mary Mancini, Billy Wilder y a I. A. L. Diamond, Lulu Wy, y a William Wilde Zeitler.
También le mando un saludo especial a William S. Baring-Gouldy a su excelente libro Sherlock Holmes of Baker Street (Braham House, 1962), uno de mis libros favoritos desde mi niñez, el cual ha sido de un valor incalculable a la hora de escribir esta novela. La mención de Mycroft a su «Viejo amigo Winston» ha sido tomada directamente de esa edición.