Una vez, hace mucho tiempo, en un mundo cercano como una sombra:
Una versión muy distinta de Norteamérica bordeaba un enorme mar interior salino, que era un hervidero de vida microbiana. Toda esa vida servía a un único organismo formidable.
Y en ese mundo, bajo un cielo nublado, la totalidad del mar turbio crepitó con un solo pensamiento.
Yo…
A ese pensamiento lo siguió otro.
¿Con qué fin?