Este libro es un sueño hecho realidad, pero no se habría materializado sin la ayuda de multitud de personas increíbles. Gracias a todos los que habéis seguido mi camino hasta su publicación y me habéis alentado, ya fuera virtualmente o en persona. Vuestro apoyo significa mucho para mí.
Gracias a Jim McCarthy, mi fantástico y paciente agente, por arriesgarte conmigo. Me gusta pensar que eres Yente, poniendo en contacto a escritores con editores, y tú me buscaste el mejor contacto que podría haber deseado.
Gracias a Ari Lewin, mi increíble editor, por adorar mi relato, por estimularme y desafiarme y no permitir que no diera lo mejor de mí, y por ser tan divertido y generoso. A Paula Sadler por sus ideas geniales y por mantenerme bien surtida de esos sabrosos ARCs. A Elizabeth Wood por la preciosa cubierta. Y al resto del equipo de Putnam and Penguin Young Readers: no tengo palabras para expresar mi agradecimiento por vuestro duro trabajo y vuestro entusiasmo por las brujas Cahill.
Gracias a todos los autores que me han servido de inspiración y dado la bienvenida en la fantástica Ya Community. A los Apocalypsies, por ser un fabuloso grupo de apoyo y compartir este viaje extraño y maravilloso. Es un honor para mí formar parte de vuestro círculo, y estoy deseando leer todos vuestros libros. A Jaclyn Dolamore, por gustarle el borrador y responder a todas mis preguntas de escritora novata. A mis hermanas agentes: Robin Talley y Caroline Richmond, que han compartido toda la ilusión y toda la locura y me han dado su apoyo a lo largo de todo el camino. Y a Kathleen Foucart Walker, la mejor compañera de crítica, por leer todos los benditos borradores de este libro, intercambiar flailmails, hacerme preguntas inteligentes y decirme siempre que podía hacerlo. Estoy impaciente por qué te llegue el turno.
Gracias al Departamento de Arte Dramático del Washington College, donde aprendí a amar la colaboración creativa. Me enseñasteis a formular preguntas y a hacer críticas constructivas, y aunque ya no hago teatro, este ha tenido para mí un valor incalculable.
Gracias al personal de CUA Press por verme crecer y alegrarse por mí y comprenderme cuando me marché para perseguir mi sueño.
Gracias a todos mis maravillosos amigos por interesarse e implicarse tanto en este libro. A Anne Chan, por sus fantásticas fotos de autora. A Liz Auclair y Laura Furr, por sacarme de mi cueva de escritura y preguntarme siempre cómo me iba a pesar de que las dos estabais pasando por vuestras propias experiencias emocionantes y trascendentales. A Jill Coste, por entretenerme con bonitos vestidos y recetas de cupcakes cuando necesitaba distracción, y por ser un alma gemela. Y a Jenn Reeder, por ser mi mejor amiga, lectora crítica y animadora número uno. Estaría perdida sin ti y nuestras citas de los miércoles por la noche.
Gracias a mi familia por apoyar siempre, siempre, mi escritura. Gracias en especial a mis hermanas, Shannon Moore y Amber Emanuel, que me hacen reír y me vuelven loca. Sin vosotras creo que no podría haber escrito de forma tan convincente las relaciones de Kate con Tess y Maura. Y gracias a mis padres, Connie y Chris Moore y John Emanuel, por todo y en especial por permitir que me pasara los días leyendo dentro de casa en lugar de cortando el césped. Parece que su permisividad ha tenido su recompensa. Creo que siempre supisteis que estaba hecha para esto, incluso cuando yo no lo sabía.
Por último, y no por ello menos importante, gracias a Steve Spotswood, mi marido y dramaturgo brillante, por leértelo todo, por traerme té, por nuestros debates en el porche, por hacerme los mejores sándwiches, por hacerme reír cuando estoy nerviosa y, sobre todo, por creer en mí cuando yo no creo. Te quiero.