MINISTERIO DEL INTERIOR

DIRECCIÓN GENERAL DE LA POLICÍA

El director general

A los señores prefectos

de SICILIA;

Sedes

A los señores comisarios

de SICILIA

Sedes

Roma, 8 de abril de 1892

Con fecha 7 de abril del corriente año Su Excelencia el ministro del Interior, tras haber recibido de esta Dirección general un exhaustivo informe sobre las condiciones de la Seguridad Pública en Sicilia, me ordenaba lo siguiente:

Que ponga sin demora en conocimiento de todos los señores prefectos y de los señores comisarios de la isla el informe a mí enviado, con la excepción de los omissis de la página 2 (dos). Ellos deberán ser plenamente advertidos de la gravedad de la situación y tomar medidas enérgicas y adecuadas para impedir la turgencia de un movimiento que es, a un tiempo, vulnus y ultraje para nuestro país. Es una perogrullada que la agrupación de vagabundos alborotadores puede ser espontánea, pero también es cierto y manifiesto que su multiplicación se debe a hábiles insurrectos que captan, aprovechándose de cualquier mínimo y momentáneo malestar, nuevos adeptos para sus sórdidos aquelarres, para sus convivales iniquidades.

Sepan los señores prefectos y los señores comisarios que no hay tiempo que perder.

Me honro, por tanto, de transmitir el informe despojado de las partes que no atañen a la cuestión examinada.

… y, por consiguiente, desde hace tiempo nos llegaban, desde distintas partes de la isla, noticias sobre la voluntaria disolución de las pululantes sociedades de socorros mutuos obreros de inspiración sobre todo mazziniana. Tales sociedades, como se sabe, prevén la mutua asistencia entre socios, los cuales pagan una determinada cuota mensual, pero recientemente han empezado a hacerse promotoras de huelgas y de agitaciones, con el fin de obtener insensatos aumentos salariales. Insensatos considerando el estado miserable de la agricultura, la caída de las exportaciones y de la producción de azufre y sal, y el frustrado desarrollo de la economía. Pero precisamente por las condiciones antes descritas —que no sólo perduran, sino que pueden estimarse en proceso de agravamiento— la vertiginosa difusión de este singular fenómeno ha despertado nuestras sospechas: ¿cómo es que las sociedades de socorros mutuos se disolvían cuando, acaso, la necesidad que había de ellas era aún más apremiante? Nos impresionó, sobre todo, la disolución de dos sociedades palermitanas que reunían a los trabajadores de las fundiciones denominadas «Florio» y «Oretea».

Hábiles informadores, instados por nosotros, nos proporcionaron una explicación nada reconfortante: todas las sociedades obreras sicilianas —con alguna rara excepción— en poco tiempo se disolverán para confluir unitariamente en una única organización que debería asumir la denominación de «Fascio de los trabajadores sicilianos» (o algo similar).

Dejo a Vuestra Excelencia, señor ministro, imaginar cuánta capacidad destructiva puede desarrollar semejante organización, animada principalmente por un odio ciego por el Orden, la Sociedad y el Estado.

También hemos sabido que los jefes del movimiento sedicioso están actualmente congregados en Palermo (lo estarán todavía durante algún tiempo) con el objetivo de definir el «estatuto» de la organización que, esto es cuanto se ha sabido, mantendrá sólo «pro forma» el originario propósito de los socorros mutuos mientras que, en cambio, su auténtica finalidad será la de promover desatinadas huelgas y violentas agitaciones, con el fin último de dañar irreparablemente los pilares de nuestra Sociedad civil.

Los nombres de los futuros jefes de los «Fascios» son, en parte, ya conocidos, pero será oportuno recordarlos:

Rosario Garibaldi Bosco (Palermo)

Francesco Maniscalco (Palermo)

Giacomo Montalto (Trapani)

Francesco Cassisa (Trapani)

Luigi Macchi (Catania)

G. De Felice Giuffrida (Catania)

Nicola Petrina (Messina)

Francesco Noè (Messina)

Francesco de Luca (Montelusa)

Éstos pueden contar con el apoyo más o menos explícito de los siguientes Honorables Diputados de la isla:

(omissis)

y de las siguientes personalidades de ideas liberales o radicales:

(omissis)

Hasta aquí el informe enviado por S.E. el señor ministro.

Comunicamos asimismo los nombres de algunos de los participantes en la reunión; otros se comunicarán en cuanto sean verificados:

  1) Nicola Barbato de Piana dei Greci

  2) Giuseppe Bivona de Menfi

  3) Carmelo Rao de Canicattì

  4) L. Caratozzolo de San Biagio Platani

  5) G. Mondello de Casteltermini

  6) Stefano Di Mino de Grotte

  7) F. Genuardi de Vigàta

  8) Lorenzo Panepinto de Burgio

  9) C. Ricci-Gramitto de Montelusa

10) Oreste Trupiano de Valguarnera

11) Bernardino Verro de Corleone

El director general de la Policía

(Giuseppe Sensales)