MINISTERIO DE CORREOS Y TELÉGRAFOS

Oficina Regional — Via Ruggero Settimo, 32 — Palermo

Gentilísimo señor

Filippo Genuardi

Via Cavour, 20

Vigàta

Palermo, 5 de abril de 1892

Querido amigo:

Por casualidad, he notado que el matasellos de la carta que me ha enviado era de Palermo. ¿Ha estado en la ciudad? ¿Por qué no ha pasado a visitarnos a mí o al doctor Caltabiano, que tanto desea conocerlo?

De todos modos, respondo a la suya.

La cuantificación y la valoración del foso en el que enterrar cada poste no es un cálculo difícil, basta con remitirse a los precedentes. Por tanto: cada excavación debe tener dos metros de profundidad y cuarenta centímetros de diámetro. Si la excavación es practicada dentro de los límites del pueblo, la suma que, en general, se abona al propietario del terreno es de quince (15) liras por cada servidumbre; si, en cambio, la excavación se realiza en terreno agrícola, el coste está en torno a las cinco (5) o siete (7) liras, salvo excepciones. No veo nada que se oponga al alquiler en vez de a la compra del terreno: quiero decir que incluso una cesión temporal puede estar bien, siempre que no sea inferior a diez (10) años. En efecto, la concesión gubernamental tiene una validez de cinco (5) años, vencidos los cuales puede ser renovada o revocada, pero en general se la renueva por otro quinquenio.

Ahora paso a la parte negativa.

Usted me comunica que encuentra muchas dificultades para obtener el consentimiento de los diversos propietarios de los terrenos y me propone un trazado alternativo al indicado por mí.

Si yo aceptase, de ello resultaría lo siguiente: durante los primeros doscientos (200) metros, la colocación de los postes tendría un recorrido lineal y luego asumiría una evolución zigzagueante con numerosos ángulos agudos, por tanto se desarrollaría de manera sinuosa con amplias curvas para luego volver a ser recta sólo en los últimos trescientos (300) metros.

Le digo de inmediato que semejante trazado no permitiría la comunicación, puesto que se vería continuamente interferida por descargas, zumbidos, murmullos, etcétera.

Y hay más: su trazado correría, al menos en dos puntos, en paralelo con la única línea telegráfica existente en la zona. El aparato AderBell, que le será suministrado, emplea, para reforzar las vibraciones de la lámina delante de la cual se habla, una bobina de inducción. Esta bobina es muy sensible a las corrientes parasitarias de las líneas telegráficas que se encuentren a poca distancia del trayecto y, en consecuencia, la recepción de las palabras, notablemente perturbadas, resultaría incomprensible.

Naturalmente, usted es muy dueño de pagar un recorrido de ocho (8) kilómetros en vez de los tres (3) que se le requieren, pues ésos son los que resultarían de su trazado. Pero, aparte del gasto excesivo, al haber presentado usted una solicitud para la concesión de uso privado para tres (3) kilómetros, el trámite en curso sería anulado y se debería volver a empezar la gestión. Y al final de este vía crucis usted tendría, créame, un teléfono absolutamente inútil.

Querido amigo, tengo una gran experiencia al respecto: siempre he visto que las cosas se arreglaban con tiempo, mano izquierda y el desembolso de algunas liras más en favor de los antipáticos propietarios de los terrenos. Deme noticias suyas.

Saludos muy cordiales

El topógrafo encargado

(Agostino Pulitanò)