REAL PREFECTURA DE MONTELUSA
El prefecto
Al egregio caballero
Artidoro Conigliaro
Subprefecto de
Bivona
Montelusa, 6 de noviembre de 1891
Egregio caballero:
¡Me he enterado de una vasta y articulada conjura que, involucrando a altos representantes del Estado en esta provincia, pone en peligro la existencia misma de la Patria!
Como usted bien sabe, todo comenzó hace unos veinte años con la desdichada investigación promovida en Sicilia por Franchetti y Sonnino, investigación a la que el ilustrado Rosario Conti definió como «un espantoso atentado a la Unidad y a la Independencia de Italia» y que el periódico palermitano Il Precursore no vaciló en tildar de «obra peligrosísima porque ha propuesto la cuestión social atizando así la guerra civil y la guerra social».
Desde entonces estas dos guerras se acercan a grandes pasos, inexorablemente. ¡Querido y egregio amigo, estamos sentados sobre un barril de pólvora! Volvamos a la conjura. Me ha sido señalada la presencia, en nuestra provincia, de partidarios de la secta socialista, los cuales, provistos de misteriosos mejunjes y de malolientes ungüentos, infectan a nuestras laboriosas poblaciones. Provistos de minúsculas y fragilísimas ampollitas, ya en Favara han provocado una fuerte y difundida gripe complicada con cefalea, vómito y diarrea.
Ayer me llegaron noticias de que dos de estos desdichados, expertos químicos bajo la falsa apariencia de campesinos, estarían yendo hacia Bivona para trabajar en vuestra «Real Estación químico-agraria experimental» en la difusión de gérmenes adecuados para desencadenar una epidemia de afta.
Le señalo que dichos gérmenes son muy reconocibles: de color rojo intenso, cada uno de ellos posee 2.402 patitas. Es preciso tomar medidas para su destrucción porque tienen una enorme capacidad reproductiva.
Seguro de que usted, consciente del peligro, sabrá ser diligente y vigilante, lo aliento a la acción.
S.E. el prefecto
(Vittorio Marascianno)