REAL PREFECTURA DE MONTELUSA

El prefecto

Al Gran Oficial

Arrigo Monterchi

Comisario de Montelusa

Montelusa, 6 de mayo de 1892

Señor comisario:

Por la presente le comunico que una general mejoría de mi estado de salud, gravemente mermada por una caída de la que usted, desde luego, habrá sido informado en todos sus detalles, me ha permitido volver a coger, con firmeza, las riendas de la Prefectura. Y esto desde hace algunos días. Le informo igualmente que mi ex jefe de gabinete, Corrado Parrinello, ha sido trasladado, por urgente solicitud mía, a la Prefectura de Sassari (Cerdeña) en funciones de archivista jefe. La conducta de este despreciable individuo, en relación a mí, ha sido indigna e inmunda. Aprovechándose de un momentáneo estado de desfallecimiento, debido a las duras pruebas a las que la Vida ha querido someterme, sistemáticamente omitía mantenerme informado de hechos que necesitaban de mi inmediata intervención. No satisfecho con ello, a las justas quejas de los solicitantes, oponía el agravamiento de mis condiciones, calificándome así a los ojos de todos como un trasto, un lastre para la Prefectura. Es inútil que me extienda más sobre las fechorías de Parrinello que, por lo demás, usted debería conocer muy bien.

Pongo en su conocimiento que desde ayer he nombrado como jefe de mi gabinete al doctor Giacomo La Ferlita, hombre leal y generoso que me ha revelado los manejos y las tramas de Parrinello en mi contra. Además, el doctor La Ferlita ha tenido a bien hacerme partícipe de la sospecha de que mi caída por la escalera no fue accidental, sino provocada arteramente por Parrinello por puro anhelo de poder, para gobernar la provincia en mi lugar. Por desgracia, el doctor La Ferlita no puede alegar pruebas, en caso contrario con mucho gusto habría presentado una denuncia en la Magistratura contra mi ex jefe de gabinete por intento de homicidio.

Para su conocimiento, le informo que ha sido admitida, por el comandante del Regimiento de los Reales Carabineros de Palermo, mi solicitud de arresto para Filippo Genuardi, quien se encontraba allí. Medida tomada por mí después de haber recibido un pormenorizado informe del Puesto de los RR CC de Vigàta, cuya copia le envío. Ya con anterioridad, el teniente Lanza-Scocca había señalado la perniciosidad de Genuardi, pero Parrinello, por oscuras razones que no ha querido revelarme, había conseguido ocultarme las correspondientes indicaciones.

Le solicito, de manera oficial, que proceda disciplinariamente contra su subordinado Antonio Spinoso, delegado de policía de Vigàta, cuya conducta ha resultado siempre un estorbo para las brillantes operaciones de los RR CC.

Generosamente, el teniente Lanza-Scocca excluye cualquier confabulación entre Genuardi y Spinoso. Yo, en cambio, soy de la opinión contraria, temo que haya también una confabulación de otra y alta envergadura. Sed de hoc satis.

Distinguidos saludos

El prefecto

(Vittorio Marascianno)