Ilustrísimo comendador
Calogero Longhitano
Vicolo Loreto, 12
Vigàta
Fela, 1 de octubre de 1891
Reverenciado comendador:
Usted, en varias ocasiones, ha querido honrarme con su particular benevolencia, con actos y palabras que me distinguen entre la multitud de postulantes que cada día apelan a su gran corazón. Usted no puede ni siquiera sospechar cuánto esta consideración suya hacia mí me ha servido de acicate y consuelo.
La otra tarde, en el círculo de Vigàta, usted me llamó aparte para decirme que alguien le había dado la información de que Sasà La Ferlita había sido ingresado en un hospital de Nápoles por una afección pulmonar. Yo, si recuerda bien, inmediatamente desmentí la información: la historia del ingreso en el hospital había sido difundida aposta por Sasà La Ferlita para sustraerse a sus deberes. Y en aquella misma ocasión le comuniqué la verdadera dirección de La Ferlita, es decir, Piazza Dante, 42, Palermo. En aquel trance recordé una frase latina que mi añorada Madre me repetía en toda ocasión: «amicus Pilato, sed magis amica veritas».
Hallándome estos días en Fela por razones de trabajo, me encontré por casualidad con un amigo mío y de Sasà, quien me dijo que había sabido que La Ferlita se había mudado o estaba a punto de mudarse. Por eso, me apresuro a escribirle. Si usted quiere mandar a alguien a Palermo para convencer a Sasà de que pague la deuda contraída con su hermano Nino, es preciso que lo haga pronto.
Nuestro común amigo desconoce la nueva dirección de La Ferlita.
Créame devotísimo de usted y siempre a sus órdenes,
Filippo Genuardi
PS. Me entretendré aún en Fela hasta finales de semana, después regresaré a Vigàta. Perdóneme si oso hacerle un ruego. A mediados del mes de junio del corriente año presenté una instancia en la Prefectura de Montelusa para saber cuáles eran las diligencias necesarias para obtener la concesión de una línea telefónica.
Usted, que cuenta con amistades devotas, ¿podría solicitar una respuesta? He sabido por un amigo que S.E. el prefecto, cómo decirlo, recela, sin razón alguna, de mi solicitud. Usted me conoce bien, ¿quiere explicarles a los señores de la Prefectura que sólo soy un comerciante en maderas que tiene la intención de hacer un uso estrictamente privado de la línea telefónica?
Agradecido por su interés, que estoy seguro de que no faltará, créame una vez más devotísimo
Filippo Genuardi