Nota del Autor

¿Qué pudo llevar a Estrabón a escribir la cita con la que comienza el relato? Para mí, desde que me encontré con ella a los quince años, ha sido un misterio y sólo ahora creo entenderlo. Estrabón sostiene que los espartanos conquistaron parte de Cantabria. Dice que se basa en escritores anteriores, cuyos escritos se han perdido (Asclepíades de Myrlea y otros). Era habitual entre los griegos, como lo es en gran medida entre nosotros, buscar los orígenes de las cosas y los pueblos. Así, muchos son en el mundo antiguo los que dicen descender de los espartanos o de los troyanos (como es el caso de los romanos). Los cántabros que se enfrentaron a Roma tienen rasgos que perfectamente pueden evocar lo espartano: comidas frugales, pueblo amante de la guerra, juegos atléticos de corte militar, amor a la libertad hasta el extremo de la locura suicida, reuniones amparadas por la luna llena y, sobre todo, un marcado carácter matriarcal. Hay suficientes paralelismos en estas sociedades matriarcales y guerreras como para dejarse seducir por la idea de un origen común, de una influencia de origen griego.

Episodios como la batalla de las Termópilas, la batalla de Himera, la descripción del ejército de Jerjes y los personajes como Leónidas, Leotíquidas, Temístocles, Gelón, Terón y Amílcar Magón son, todos ellos, históricos. No así Adrastos de Helos ni el segundo oráculo que recibe Esparta y que supone el porqué de la expedición. Aunque el nombre de Okela aparece en la cita de Estrabón, el personaje es netamente ficticio así como la expedición narrada. No obstante, y a pesar de la bruma histórica que nos separa de aquellos remotos tiempos, he procurado ser escrupuloso con los acontecimientos históricos, el armamento y los modos de lucha. He sido meticuloso a la hora de crear el envoltorio histórico del relato, basándome en Herodoto, Jenofonte y Diodoro de Sicilia, entre otros, para entender el modo de pensar de aquellos griegos y la época en que vivieron. También han sido de gran ayuda escritores actuales como Paul Cartledge para entender y poder transmitir el modo de vida espartano y Joaquín González Echegaray para el cántabro. Más difícil ha sido acercarme a la época en Iberia, pues tan sólo disponemos de restos arqueológicos, y al carecer de fuentes hay que basarse en escritores posteriores a la época en cuestión. Es, no obstante, comúnmente aceptado que el pueblo cántabro que combatirá denodadamente a Roma en el siglo I a. C. comienza a formarse a partir del siglo V a. C., cuando las últimas oleadas de inmigrantes celtas se asientan en la península. El marcado carácter matriarcal de la sociedad cántabra parece tener un origen precéltico que subsistió en el tiempo a pesar del carácter patriarcal de los celtas. Es por tanto razonable suponer que ambos pueblos se fusionaron y dieron origen al pueblo cántabro, tal y como lo describió Estrabón, en un momento en el que la cultura griega hacía sus primeras incursiones por el Ebro.

No pretendo con este relato crear opinión histórica, tampoco pretendo lanzar al público nada remotamente parecido a una teoría, pues, de hacerlo, yo mismo atentaría contra la pasión que para mí es la Historia. Mi intención única es la de escribir ficción, la de escribir una novela de aventuras, amor y traiciones, y Estrabón, el gran geógrafo griego del siglo I d. C., me ha dado, con sus palabras, la oportunidad de hacerlo.